jueves, 23 de febrero de 2012

Reuniones de museos: Palma del Río

Foto de participantes, publicada en un blog de Belmez
El pasado sábado, los representantes de los museos locales de la provincia de Córdoba nos reunimos en Palma del Río. El orden del día de la reunión, de carácter extraordinario, estaba marcado por la renovación de la Junta de Gestión de la Asociación. Pero, como suele suceder, de estas reuniones sacamos habitualmente conclusiones más importantes que las consignadas en las actas de la Asamblea. Porque tenemos la posibilidad de charlar, compartir ideas y experiencias, y también visitar los diferentes museos de la provincia, muchos de ellos inmersos en estos momentos en importantes procesos de transformación. De hecho, las visitas a los distintos centros de la provincia nos permite comprobar cómo todos tenemos grandes proyectos de futuro. Y eso, a pesar de las graves dificultades impuestas por la crisis económica, es un dato muy positivo. Porque proyectar cambios significa ser consciente de que no todo marcha bien, de que se puede mejorar. Y esta autocrítica, en instituciones vistas habitualmente como tradicionales y estáticas, es totalmente necesaria para construir los museos modernos y dinámicos que todos queremos.

En este caso concreto, el Museo Municipal de Palma del Río está, efectivamente, en fase de cambio. Una importante transformación que empieza por su propia sede, al estar instalándose en el Convento de Santa Clara. En este edificio se inicios del siglo XVI pueden visitarse ya varias salas, en las que hay motadas exposiciones temáticas de carácter temporal o semi-permantente. Una solución perfectamente válida para mantener la actividad pública del museo en estos tiempos de cambio.

Recorrido por la sala de Etnología
Etnología: cerámica
La exposición de arte cuenta con interesantes fondos pictóricos del siglo XX, en el que no falta un autorretrato de Pedro Bueno, además de una pequeña pero meritoria muestra de fotografía artística. En cuanto a la arqueología, recientemente se ha inaugurado una sala dedicada íntegramente a un yacimiento calcolítico excavado en el término municipal de Palma, el llamado Poblado de la Verduga (Ver ficha del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico). Como toda exposición temática, cuenta con el inconveniente de estar reducida a un concreto período cultural y cronológico, pero también con la ventaja de permitir una comprensión mucho más fácil de ese momento. Más general, aunque de reducido tamaño, es la muestra que puede disfrutarse en la sala dedicada a la colección etnológica. De ella, me parece especialmente acertado el sistema museográfico elegido: una serie de módulos y palenes en aglomerado pintado que, con un presupuesto mínimo, permiten ofrecer unos espacios perfectamente adaptados a la exposición contextualizada de los objetos.

Finalmente, en estos momentos la sala de exposiciones temporales cuenta con una interesante muestra de caricaturas políticas realizadas por el exiliado palmeño (aunque nacido en Cádiz) Joaquín de Alba en la década de 1960 en la prensa de Washington.Un conjunto de cuatro exposiciones que, en definitiva, nos permiten asomarnos al interesante futuro que podemos prever para el Museo Municipal de Palma del Río una vez instalado completamente en el magnífico edificio que le sirve de sede.

viernes, 10 de febrero de 2012

María Dolores Baena en la Fundación PRASA


El pasado miércoles pudimos disfrutar en la Fundación PRASA de la conferencia de María Dolores Baena, que nos habló del pasado, presente y futuro del Museo Arqueológico. Un pasado que nos permite contar con una extraordinaria colección y con una sede inmejorable: el palacio renacentista de los Páez de Castillejo y unos solares en los que se ha excavado un yacimiento arqueológico que sirve para mostrar desde el propio solar del museo la evolución histórica y arqueológica de Córdoba. Un presente que ha convertido el museo en una institución dinámica, dotada de unas instalaciones modernas y funcionales y una exposición, "Córdoba, encuentro de culturas", museológica y museográficamente impecable. Y un futuro esperanzador, pues la recuperación y adaptación como sede de la exposición permanente del palacio renacentista completará sin duda alguna la oferta cultural de la ciudad.

A través de su charla, María Dolores Baena fue desgranando el largo proceso que ha permitido llevar al museo hasta su situación actual. Han sido muchos años de diseño de programas y ejecución de proyectos: museológico, de consevación y restauración, arquitectónico... En alguno de ellos tuve la suerte de participar, de aprender. Una importante transformación diseñada desde el principio con el claro objetivo de acercar el museo a la sociedad y contribuir a su desarrollo. Al desarrollo cultural, pero también al económico y turístico.

Falta, como indicó Lola en la parte final de su conferencia, la segunda fase del proyecto de ampliación: la rehabilitación del Palacio de los Páez de Castillejo y musealización del que internamente siempre hemos llamado "patio norte". Si actualmente la visita al museo resulta plenamente satisfactoria, una vez culminado este proceso el centro será, directamente, espectacular. La infraestructura del antiguo teatro romano, actualmente integrada en el sótano del nuevo edificio, se completará con la posibilidad de continuar la visita por las amplias terrazas conectadas con escaleras que servían para articular los accesos a este edificio de espectáculos: el interior y el exterior del teatro, en un mismo lugar. Además, la ubicación de la exposición permanente en el Palacio dejará libres las salas de exposiciones temporales actualmente ocupadas por la exposición semi-temporal. Todo ello, contando con unas áreas de reservas, unos talleres de restauración y unas instalaciones para personal e investigadores de primer nivel.

Nuevamente, fue un lujo escuchar las palabras de María Dolores Baena. Como es un lujo la visita al Museo Arqueológico de Córdoba.


martes, 7 de febrero de 2012

Museos y desarrollo local: conferencia de María Dolores Baena.

María Dolores Baena Alcántara. Foto: ABC Córdoba.


Título:            Museos y Desarrollo Local:
                     El Museo Arqueológico de Córdoba
Ponente:        María Dolores Baena Alcántara.
Lugar:            Fundación PRASA.
                     Avda. Gran Capitán, 2. Córdoba
Fecha:           Miércoles 8 de febrero
Hora:             20 h.
Organiza:       Fundación PRASA – Asociación Provincial
                     de Museos Locales de Córdoba.



Dentro del ciclo de conferencias “Museos y desarrollo local”, organizado por la Fundación PRASA con la colaboración de la Asociación Provincial de Museos Locales de Córdoba, el próximo miércoles 8 de febrero, a las 20 h., María Dolores Baena Alcántara, directora del Museo Arqueológico de Córdoba, impartirá una conferencia sobre este museo, inmerso en un ambicioso proyecto de cambio y renovación.

El Museo Arqueológico de Córdoba se ha convertido en una institución cultural fundamental en la vida cordobesa. Durante los últimos años, este centro ha desarrollado un inmenso trabajo destinado a aumentar su presencia social en la ciudad, que no se ha reducido a la renovación de su exposición permanente y a la programación de actividades de difusión del patrimonio histórico y arqueológico, sino que ha ido mucho más allá. Como corresponde a un centro museístico considerado uno de los más destacados en su género de toda Europa, algunas de las piezas de su colección permanente han participado en las más importantes exposiciones temporales sobre arqueología celebradas en diferentes continentes. Pero además, sus actividades le han permitido traspasar los muros de sus renovadas instalaciones en la Plaza de Jerónimo Páez para, a través de actividades didácticas y exposiciones temporales (la última, la titulada Córdoba, reflejo de Roma, que permanece abierta), impulsar la cultura en toda la ciudad.

En cuanto a las actividades desarrolladas en el centro, junto a la difusión de sus colecciones (a través, por ejemplo, de las periódicas presentaciones de la pieza del mes) y las actividades didácticas, este museo ha apostado claramente por el impulso de la cultura y el arte en la ciudad: lecturas poéticas y organización de un concurso anual de relato breve, que tienen el objetivo de promocionar nuevos valores literarios; exposiciones de arte contemporáneo que permiten un diálogo entre el pasado y el futuro; conciertos y visitas teatralizadas que ofrecen un inmejorable espacio de actuación para jóvenes intérpretes… Muy recientemente hemos podido disfrutar de una serie de estas actividades, programadas para conmemorar el primer aniversario de la apertura del nuevo edificio destinado a la ampliación del museo, y el montaje de la exposición Córdoba, encuentro de culturas, que actualmente puede visitarse en este centro.

En estos momentos, consolidado como un centro cultural de primer nivel, el museo se encuentra en una fase intermedia de su proyecto de transformación. Las futuras obras de rehabilitación y adecuación museográfica del Palacio de los Páez de Castillejo contribuirá, si duda, a que desde el Museo Arqueológico se impulse el desarrollo global de Córdoba a través de la Cultura. Todo ello me hizo recientemente catalogarlo como un museo diferente. Porque, como declaraba recientemente su directora al diario ABC: "el pasado hay que mirarlo de forma contemporánea y explotarlo de manera sostenible. Tenemos que ponerlo en valor e intentar que sea cada vez más una fuente de riqueza. Ahora, en Córdoba, no hay otros sectores productivos".

María Dolores Baena Alcántara es, desde hace ahora 10 años, directora del Museo Arqueológico de Córdoba. Aunque desde unos años atrás, esta historiadora y arqueóloga había estado ya implicada en este proyecto de ampliación, como funcionaria del Cuerpo Superior Facultativo de Conservadores de Museos. A través de sus numerosas publicaciones e intervenciones en diversos foros especializados, no sólo ha contribuido a difundir la importancia de las colecciones del museo, sino que ha convertido a este centro en un referente en museología a nivel internacional. Ha sido comisaria de varias exposiciones temporales, miembro de la Comisión Andaluza de Museos, integrante de diferentes proyectos europeos de investigación y difusión del Patrimonio Histórico, y en la actualidad es vocal del Patronato del Museo Arqueológico Nacional y académica correspondiente de la Real Academia de Ciencias, Bellas Artes y Nobles Letras de Córdoba. De sus ideas sobre el modelo de museo que quiere desarrollar dan cuenta las palabras que pronunciara ahora hace un año en una entrevista en la prensa local con motivo de la inauguración de la nueva sede del museo: "hay que derrotar el estigma de que los museos arqueológicos son serios, tristes y aburridos".

Con su charla, María Dolores Baena nos permitirá conocer mejor cómo el Museo Arqueológico de Córdoba puede seguir contribuyendo al desarrollo de nuestra provincia.
Con MD. Baena, en las terrazas del Museo Arqueológico

domingo, 5 de febrero de 2012

De Museología: "Córdoba, reflejo de Roma".

Exposición en la sala Vimcorsa. Foto: AO para Ars Operandi

La ciudad de Córdoba es el fruto de una evolución milenaria. Y, aunque recienemente he criticado el excesivo entusiasmo con el que algunos especialistas destacan la vital importancia del pasado romano en la historia de Córdoba, lo cierto es que este momento es, sin duda, crucial. Tan importante como ese inicial asentamiento de la Colina de los Quemados. O como la ciudad ibérica, visigoda, andalusí, bajomedieval o moderna. Aunque sólo sea por eso, la exposición temporal Córdoba, reflejo de Roma sería totalmente recomendable.

El propio título de la exposición nos indica que ésta no pretende abarcar todo el período romano, sino que está centrada en el momento en el que la capital provincial se transformó en "reflejo de Roma", principalmente a partir de la época de Augusto. Sin embargo, esto no significa que estemos ante una pequeña muestra. Al contrario, se trata de una exposición de gran formato, dividida en tres temas que se muestran en tres espacios diferentes: el Palacio de los Páez de Castillejo (Museo Arqueológico), donde se habla de urbanismo y poder; la sala Vimcorsa, dedicada a la vida en la domus; y la sala Orive, que desarrolla el tema suburbio y periferia. Los tres temas, y las tres sedes, pretendían ofrecer una visión unitaria sobre los primeros siglos de nuestra era. Aunque, por supuesto, recomiendo encarecidamente la visita a las tres exposiciones, creo personalmente que este discurso unitario no se ha terminado de lograr.

Y de ahí que, realmente, no hable en esta entrada de la exposición en sí (los datos básicos están en la web del Museo Arqueológico, y una pequeña reseña, de interés, en ars operandi), sino de consideraciones sobre los conceptos museológicos y museográficos que le sirven de base. Hace años, las exposiciones temporales eran consideradas como un instrumento al servicio de la investigación científica. Una puesta al día de conocimientos, una posibilidad de comparar, de buscar influencias, de reunir, en suma, para estudiar. Hoy en día, este concepto ha quedado claramente superado por la función social, educativa, e incluso de ocio, que se otorga a los museos y a las exposiciones. La Nueva Museología nos ha enseñado a diseñar exposiciones accesibles, para todos, y a desechar antiguos intentos enciclopédicos de apabullar a los visitantes con los extraordinarios conocimientos del "experto" responsable de la muestra.

Las tres exposiciones simultáneas que podemos visitar en Córdoba son, como indica Jerónimo en su blog, muy desiguales. Y estoy de acuerdo con él en que sólo la comisariada por María Dolores Baena (sala Vimcorsa) cumple con los objetivos que yo pienso que debe buscar una exposición de este tipo: enseñar, ilustrar, y hacer disfrutar de nuestro Patrimonio. Quizá porque su diseño museológico ha estado a cargo del equipo del Museo Arqueológico, que utiliza unos criterios distintos, y que tiene una gran experiencia en el montaje de exposiciones. Pero hay diferencia entre las tres sedes.

Las antiguas salas de Prehistoria, Mundo Ibérico, Visigodo y parte de la galería de escultura romana del Palacio de los Páez de Castillejo (Museo Arqueológico) albergan las piezas destinadas a explicar el tema de urbanismo y poder en el mundo romano. Pese a la belleza de unos espacios a los que personalmente me siento muy unido, lo cierto es que la articulación de los mismos no es la más adecuada para una exposición como ésta. Si a ello le sumamos la dificultad de explicar un tema "monumental" en un espacio reducido, y problemas de última hora en la gestión del préstamo de ciertas obras inicialmente previstas, podemos entender que la exposición no haya quedado todo lo "redonda" que a todos nos gustaría. En cualquier caso, es sin duda un digno intento de acercar toda la complejidad de la ciudad a romana al público en general.

La Sala Orive nos ofrece otro espacio "peculiar" para una muestra dedicada teóricamente a los suburbios y la periferia. Y digo teóricamente porque incluye una colección de retratos imperiales, un espacio dedicado al foro... y otros elementos que habrían enriquecido la muestra del Museo Arqueológico. Porque el foro es un espacio urbanístico, de poder, situado en el centro de la ciudad. Nada que ver con suburbios y periferia. Y tampoco la museografía está muy bien conseguida en esta sede. Un recorrido errático y sin definir nos lleva hacia demasiados cartones recortados, demasiado papel pegado a la pared, demasiada información accesoria... Volviendo a lo que comentaba al inicio, creo que el error está en el planteamiento museológico: en diseñar una exposición pretendidamente "científica" aderezada, todo lo más, con algún criterio estético.

Vista general de la Sala Orive
Todo lo contrario a la muestra dedicada en la sala Vimcorsa a la casa romana. Piezas colocadas en su justo lugar y con la información mínima necesaria para comprender tanto las piezas como el tema central que ilustran. Esa vitrina baja con la vajilla romana, que a todos nos trae a la mente inmediatamenet la imagen de una mesa preparada para el banquete, es un claro ejemplo de cómo con criterios museológicos adecuados se puede montar una exposición prácticamente sin carteles explicativos. Porque la propia colocación de las piezas, junto a unos didácticos dibujos en gran formato distribuidos por las paredes, es más que suficiente para que podamos entender y disfrutar de una antigua casa (domus) romana.