jueves, 28 de junio de 2012

III Jornadas de Historia Local de Pedroche


Este fin de semana se celebran en la ermita de Santa María del Castillo de Pedroche las III Jornadas de Historia Local. Aunque sea tirar de tópicos, realmente se trata de un "marco incomparable" para hablar de nuestra historia comarcal. El programa completo puede consultarse en Pedroche en la red, pero me gustaría hacer algún comentario personal al respecto.

Mañana, viernes 29 de junio, me toca intervenir (21 h.) tras la inauguración oficial de las jornadas (20.30 h.). Ya sé que la mayoría de quienes seguís este blog me tenéis muy visto (y escuchado), pero esta vez no voy a hablar de lo de siempre. Bueno, lo reconozco: no sólo voy a hablar de lo de siempre. Porque la historia de la comarca, y especialmente la Baja Edad Media, están en la base del discurso que ofrece el Centro de Interpretación de las Siete Villas de Los Pedroches. Y de eso intentaré hablar. De cómo se originó la idea de crear este centro y de qué pretende contarnos -con los limitados medios impuestos siempre por los presupuestos disponibles-. Aunque siempre me propongo ser breve en mis intervenciones, lo cierto es que la organización ha dejado para el viernes únicamente mi conferencia (será porque me conocen...).

El sábado, la jornada comenzará a las 20 h. con la intervención de Angel María Ruiz Gálvez, profesor de la Universidad de Extremadura. Angel María nos hablará de la evolución histórica de Pedroche durante la Edad Moderna. Reconozco que tengo un interés muy especial en esta charla, ya que la especialización del autor está geográfica y temáticamente muy cercana a un problema que siempre me ha interesado especialmente: las relaciones entre realengo y señorío en el antiguo Reino de Córdoba (yo, entre los siglos XIII y XV y Ángel María, para la Historia Moderna). El profesor Ruiz Gálvez, dotado de un amplio Curriculum Vitae, nos acercará sin duda al conocimiento de un período apasionante de la historia de Pedroche y, por extensión, de toda la comarca. A conitnuación, el Dr. Molinero Merchán nos ofrecerá un estudio histórico y artístico de los retablos históricos de Pedroche. De esta forma, una charla centrada en aspectos puramente históricos se complementa con una segunda centrada en el arte y el patrimonio histórico.

Este mismo esquema, de una conferencia histórica seguida de una dedicada a temas artísticos, se repite en la última jornada, el domingo 1 de julio. Comenzará, también a las 20 h., el Dr. Antonio José Díaz Rodríguez hablando de una de las familias más representativas de la oligarquía pedrocheña: los Mohedano de Saavedra. A continuación, las jornadas se cerrarán con la conferencia que, sobre la historia de la música en Pedroche, nos ofrecerá Luis Lepe Crespo. Luis es profesor del Conservatorio Profesional "Marcos Redondo" de Pozoblanco, y siempre ha estado especialmente interesado por la historia de la música en nuestra comarca. Fruto de ese interés es su magnífico estudio editado en 2 volúmenes conjuntamente por Cajasur y el servicio de publicaciones del Ayuntamiento de Pozoblanco. Además, de sus dotes de comunicador no sólo pueden dar fe sus alumnos, sino también quienes asistimos el pasado septiembre al deslumbrante pregón de feria de Pozoblanco que nos ofreció en el Teatro El Silo.

Quienes saben de música suelen contar que un grupo puede sorprender y tener éxito con su primer disco; aprovechar el tirón para sacar al mercado el segudo; pero sólo cuando editan el tercero podemos considerar que el grupo está consolidado. Aunque son muchas las diferencias, creo que podemos aprovechar el símil para considerar, con esta edición, que las Jornadas de Historia de Pedroche se consolidan este año como un importante hito en la oferta cultural de nuestra comarca.

viernes, 22 de junio de 2012

Migraciones y conflictos en el siglo XV

POBLAC

Uno de los primeros objetivos que me marqué al abrir este blog era el de ir subiendo los artículos que tengo publicados para facilitar su consulta. Hace ya algún tiempo que no había subido ninguno, y ahora lo hago con un trabajo que publiqué en la revista Meridies hace varios años.

"Los movimientos de población como fuente de conflictos entre señoríos y realengo" (Meridies, II, 1995, pp. 73-93)  es el título, quizá no demasiado claro, de este artículo que dejo también enlazado permanentemente a través de la pestaña "publicaciones". Se centra en el análisis de un problema muy poco estudiado: la incidencia que tienen los movimientos de población de corto radio (entre poblaciones vecinas) en el difícil equilibrio entre las áreas de jurisdicción realenga y los señoríos comarcanos. Porque la fortaleza de un determinado señorío no estará únicamente determinada por la amplitud de su término jurisdiccional, sino esencialmente por el número de vecinos sobre los que se ejerce esa jurisdicción (que incluye, entre otras cuestiones, el cobro de impuestos, la reglamentación de los aprovechamientos agrarios y el control general de la actividad económica).

Por eso, serán frecuentes los intentos, por parte de los titulares de señoríos, de incrementar el número de vecinos de sus núcleos de población a costa de los núcleos realengos cercanos. En ocasiones, el señor intentará atraer pobladores ofreciéndoles ventajas: incentivos fiscales, implantación de mercados francos, etc. Pero son numerosos los casos documentados de ejercicio de presiones menos legales. Y los Mejía de Santa Eufemia se convirtieron en verdaderos expertos en presionar a los vecinos de Torremilano y sus aldeas para aumentar la población de Torrefranca (Torremilano, de realengo, y Torrefranca, de señorío, son dos barrios del actual Dos Torres). Los repetidos conflictos y alborotos provocaron que se levantara un muro que separaba, por mitad de una calle, ambas jurisdicciones. Aunque se citan otros ejemplos, fundamentalmente cordobeses, la mayor parte de los datos ofrecidos en este apartado se refieren a las disputas en torno a Torremilano.

El último epígrafe de este artículo se dedica a la reacción de la ciudad frente a estos problemas. Una reacción que no siempre fue suficiente para solucionar un problema social, político y económico que tiene mucho mayor alcance que el de definir el lugar de vecindad de un número reducido de campesinos.


lunes, 11 de junio de 2012

Mis archivos

Privilegio rodado de Fernando III por el que dona al concejo de Córdoba los castillos de Almodóvar, Chillón, Santa Eufemia, la villa y castillo de Gahete y la villa de Pedroche. Archivo Municipal de Córdoba, 01.02.01.

El día 9 de junio es la fecha elegida por el Consejo Internacional de Archivos para conmemorar el Día Internacional de los Archivos.Y, aunque estos días ando especialmente falto de tiempo, no quería desaprovechar esta ocasión para dedicar una entrada del blog a unas instituciones que resultan esenciales  para los historiadores. Sobre todo, para aquellos que nos hemos dedicado especialmente al estudio del período posterior al siglo XIII. Aunque ya durante mis estudios de licenciatura había empezado a conocer algunas instituciones archivísticas, fue a partir del final de la carrera cuando entré de lleno en el difícil pero apasionante mundo de la investigación a través de los fondos documentales que custodian. Por eso hoy quería escribir sobre mis archivos.

Mi primer contacto con los archivos fue a través de la documentación del siglo XV conservada en el Archivo Municipal de Córdoba. Allí comencé a habituarme primero a leer la letra medieval cortesana, y más adelante la casi ilegible letra procesal del siglo XVI. Y también tuve que aprender a desentrañar la maraña de datos que, de forma aparentemente anárquica, recogían los escribanos públicos en estos documentos. En aquellos tiempos, el archivo era únicamente un pequeño cubículo sin luz ni ventilación situado al final de las salas de lectura de la Biblioteca Municipal. Y la búsqueda de documentos, una tarea titánica, ya que la mayoría se encontraban sin clasificar. Durante cinco años pasé en este archivo muchísimas horas diarias, extractando y, a veces, transcribiendo los documentos que formarían el cuerpo central de mi tesis doctoral.

Mucho ha cambiado este archivo con el paso de los años. La separación del Archivo y la Biblioteca lo dotó de un espacio totalmente necesario. Y la profesionalización de su gestión, desde que la dirección fue encomendada a Ana Verdú, comenzó a hacer cada día un poco más fácil la consulta de sus magníficos fondos. Hace relativamente poco tiempo volví a trabajar con la documentación del Archivo Municipal de Córdoba. Y no sólo han cambiado los espacios y ha mejorado la ordenación y clasificación de los documentos. Además, las nuevas tecnologías nos permiten hoy optimizar el tiempo. Porque antes de entrar en el edificio de la calle Sánchez de Feria ya hemos podido consultar sus catálogos, y podemos obtener directamente imágenes digitales para su posterior estudio.

También comencé pronto a consultar otros archivos cordobeses. Y, ante la imposibilidad de acceder al Archivo de la Catedral, el segundo gran fondo documental fue, para mí, el conservado en el Archivo Histórico Provincial de Córdoba. Sin embargo, la documentación medieval conservada en este archivo no es ni tan numerosa ni tan interesante como la del Archivo Municipal, por lo que mis consultas a sus fondos fueron mucho más esporádicas, centrándose especialmente en el estudio de los Protocolos Notariales. En aquellos años, sus instalaciones eran mucho más modernas que las del Archivo Municipal, pero las grandes reformas experimentadas por éste han cambiado totalmente la situación.

Castillo de Simancas (Valladolid), sede del archivo
Hace casi 25 años, la sección Registro General del Sello del Archivo General de Simancas era, junto con algunas colecciones de la Real Academia de la Historia (entre ellas, la Colección Vázquez Venegas, cuyos originales del Archivo de la Catedral de Córdoba eran para mí, al menos en aquel tiempo, de imposible consulta) un ejemplo de accesibilidad. Porque sus catálgos estaban en gran parte editados, lo que facilitaba enormemente la búsqueda de información. Aunque la visita a los centros seguía siendo obligatoria si uno quería rastrear el máximo de documentación disponible. Y, en el caso del Archivo General de Simancas, las visitas siempre valían la pena. No sólo por el magnífico trato que el investigador siempre recibía en este centro, sino también por su ubicación en un vistoso castillo, convertido en archivo nacional ya a comienzos del siglo XVI.

También los archivos estatales, como el de Simancas o el Histórico Nacional, son hoy mucho más accesibles, gracias a internet. El Portal de Archivos Estatales (PARES) se ha convertido en una herramienta fundamental para cualquier investigador.


Menos conocido que los anteriores es, para los medievalistas, el Archivo de la Real Chancillería de Granada. Es el archivo que conserva la documentación de la Real Chancillería, tribunal de segunda instancia instaurado por los Reyes Católicos tras la conquista de la ciudad. La documentación que podemos buscar sólo parte de la última década del siglo XV. Pero las características de los procesos judiciales que se dirimían en esta institución nos permiten obtener información, a través de copias de documentos antiguos presentados como prueba o de las declaraciones de los testigos en los juicios, sobre todo el siglo XV y, en ocasiones, incluso para el siglo XIV.

Y, finalmente, no puedo terminar sin aludir al Archivo Municipal de Pozoblanco. Aunque no cuenta con documentación anterior al siglo XVI, conserva colecciones muy interesantes, entre las que se encuentran Protocolos Notariales desde mediados de esa centuria. Hace ya muchos años que Antonio García Herruzo y yo comenzamos un proyecto de edición de las Actas Capitulares, de las que se han publicado 4 volúmenes.

Hay, por supuesto, muchos más archivos muy interesantes. Pero estos han sido durante un tiempo mi lugar habitual de trabajo. Y, aunque con un pequeño retraso, quería rendir aquí un pequeño homenaje a quienes han hecho posible que hoy coservemos sus extraordinarios fondos documentales.