POBLAC
Uno de los primeros objetivos que me marqué al abrir este blog era el de ir subiendo los artículos que tengo publicados para facilitar su consulta. Hace ya algún tiempo que no había subido ninguno, y ahora lo hago con un trabajo que publiqué en la revista Meridies hace varios años.
"Los movimientos de población como fuente de conflictos entre señoríos y realengo" (Meridies, II, 1995, pp. 73-93) es el título, quizá no demasiado claro, de este artículo que dejo también enlazado permanentemente a través de la pestaña "publicaciones". Se centra en el análisis de un problema muy poco estudiado: la incidencia que tienen los movimientos de población de corto radio (entre poblaciones vecinas) en el difícil equilibrio entre las áreas de jurisdicción realenga y los señoríos comarcanos. Porque la fortaleza de un determinado señorío no estará únicamente determinada por la amplitud de su término jurisdiccional, sino esencialmente por el número de vecinos sobre los que se ejerce esa jurisdicción (que incluye, entre otras cuestiones, el cobro de impuestos, la reglamentación de los aprovechamientos agrarios y el control general de la actividad económica).
Por eso, serán frecuentes los intentos, por parte de los titulares de señoríos, de incrementar el número de vecinos de sus núcleos de población a costa de los núcleos realengos cercanos. En ocasiones, el señor intentará atraer pobladores ofreciéndoles ventajas: incentivos fiscales, implantación de mercados francos, etc. Pero son numerosos los casos documentados de ejercicio de presiones menos legales. Y los Mejía de Santa Eufemia se convirtieron en verdaderos expertos en presionar a los vecinos de Torremilano y sus aldeas para aumentar la población de Torrefranca (Torremilano, de realengo, y Torrefranca, de señorío, son dos barrios del actual Dos Torres). Los repetidos conflictos y alborotos provocaron que se levantara un muro que separaba, por mitad de una calle, ambas jurisdicciones. Aunque se citan otros ejemplos, fundamentalmente cordobeses, la mayor parte de los datos ofrecidos en este apartado se refieren a las disputas en torno a Torremilano.
El último epígrafe de este artículo se dedica a la reacción de la ciudad frente a estos problemas. Una reacción que no siempre fue suficiente para solucionar un problema social, político y económico que tiene mucho mayor alcance que el de definir el lugar de vecindad de un número reducido de campesinos.
1 comentario:
Juan que interesante y didáctico trabajo. Que importante labor de investigación a la vista de la extensa bibliografía consultada. Y que poca diferencia de esa gris edad Media con los tiempos actuales. Lo primero en se pusieron de acuerdo los europeístas, fue en el tráfico de personas, de mano de obra, y sobre todo de capitales, para esa creación maldita de la globalización. Siempre han perdido los mismos, salvo determinadas y puntuales rebeliones en las que pasaban unos cuantos abusadores a mejor vida, pero vuelta a comenzar y como la estirpe no se acababa renacían de nuevo los abusos. Me ha llamado la atención lo del muro divisorio, luego esto que hacen los israelitas actuales no es nada nuevo, o lo que hicieron en el Berlín de la posguerra. Unas veces para evitar la marcha y otras para la entrada, pero todas para joder al ciudadano de alguna manera.
Un fuerte abrazo y felicidades para mañana domingo.
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