Con Fuensanta García, escuchando a Manuela Gómez (foto: El Día de Córdoba) |
El pasado sábado se celebró en el salón de actos de la Delegación Provincial de Cultura el VI Encuentro de Museos de la Provincia de Córdoba. Como en ediciones anteriores, el objetivo principal de esta reunión fue el de mantener el periódico contacto entre técnicos de la Junta de Andalucía, directores, conservadores y representantes de instituciones gestoras de museos de Córdoba y provincia. Y, como viene siendo habitual, el encuentro se centró en dos temas de debate propuestos por la organización. En esta ocasión Antonio Ángel Sánchez, alma mater de los encuentros desde su primera edición, propuso a Fuensanta García, directora del Museo de Bellas Artes de Córdoba, que hablara sobre conservación preventiva y a mí, como director del Museo PRASA Torrecampo, para hacerlo sobre arquitectura de museos.
Desde hace años, la conservación preventiva es un concepto habitual en los museos andaluces. Para explicar en qué consiste, Fuensanta utilizó una frase hecha conocida por todos: más vale prevenir que curar. Es decir, la conservación preventiva consiste en actuar sobre el medio en el que se conservan los objetos (controlando la humedad, la temperatura, la incidencia de la luz, etc.) para evitar su deterioro. Porque es más interesante que las piezas no se degraden que tener que realizar posteriormente agresivos trabajos de conservación y restauración. La directora del Museo de Bellas Artes, una de las profesionales que mejor conoce este tema en Andalucía, desgranó las variadas causas de degradación de los objetos conservados en los museos, y las propuestas para mejorar el ambiente en el que se conservan.
Después de 40 años trabajando en los museos y tras 32 dirigiendo la institución cordobesa, Fuensanta anunció públicamente que el próximo 28 de diciembre pasará a situación de jubilación (con carácter anticipado). Sin embargo, todos sabemos que esto no supondrá que deje de estar "en activo" ni mucho menos desligada de un mundo, el de los museos, que recientemente he afirmado que es para ella una verdadera pasión.
Tras la interesante charla de Fuensanta García, me tocó el turno de hablar de arquitectura de museos. No me considero, en absoluto, especialista en este tema, aunque reconozco que me gusta la arquitectura y a lo largo de mi trayectoria profesional he tenido la suerte de vivir el proceso de creación de la nueva sede del Museo Arqueológico de Córdoba y de proyectar la del Museo PRASA Torrecampo. Algún día tendré que contar en este blog más detenidamente por qué veo, en general, muy interesante la rehabilitación de antiguos edificios para museos, o por qué creo que, al crear un edificio para el museo, el resultado final dependerá en gran medida de la capacidad que museólogos y arquitectos hayan tenido para formar un equipo multidisciplinar compacto. Y por qué pongo "pegas" a lo construido por Frank Gehry en Bilbao, uno de los diseños más exitosos para contenedor de un museo, o a la espectacular planta del Museo Judío de Berlín... Queda pendiente.
Tras el encuentro, la prensa provincial aprovechó para lanzarme una cuantas preguntas sobre la situación de los museos en tiempos de crisis. Y algunas de las cosas que respondí aparecen en el Diario Córdoba y en el Día de Córdoba de ayer domingo.
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