Con Juana Romero, Francisco Godoy y Joaquín Criado (Foto Julio Padilla - Fundación PRASA) |
Ante una sala llena de público, anoche Francisco Godoy Delgado habló en la Fundación PRASA sobre el Museo del Pastor de Villaralto. De forma amena y muy didáctica, Paco fue realizando un completo recorrido por el museo, desde sus orígenes hasta sus proyectos de futuro. Se da además la circunstancia de que ha sido la primera vez que este centro museístico se presentaba de forma completa en Córdoba capital.
En los orígenes de este museo hay que destacar dos figuras esenciales: uno de ellos, el propio conferenciante de anoche, en el que se unen dos características esenciales que han permitido el éxito del proyecto: la profesionalidad y la ilusión por contribuir al desarrollo de su pueblo; la otra figura fundamental en esta aventura fue el prematura y trístemente fallecido Manuel Gómez, maestro y alcalde, amante de su tierra, de su historia y de sus tradiciones. A él dedicó Paco Godoy un justo reconocimiento al inicio de la conferencia. Quedará siempre en nuestro recuerdo.
Tras una rápida presentación del pueblo de Villaralto, la exposición comenzó con un recorrido por las obras de rehabilitación de la antigua casa que le sirve de sede, desde su adquisición por el Ayuntamiento hasta las distintas fases del montaje museográfico. Un montaje sencillo, que ha sabido lograr, con un bajo presupuesto, los objetivos que movieron a la creación del centro: presentar el oficio y la forma de vida de los pastores, fundamentales en la historia no sólo de Villaralto, sino también del conjunto de pueblos de la comarca de Los Pedroches.
De todo lo expuesto en la conferencia, yo destacaría la importancia que Paco dio a la implicación de los vecinos de Villaralto no sólo en el montaje o en la recuperación de objetos para la exposición, sino también en el mantenimiento de un centro activo a través de múltiples exposiciones y actividades. Todo ello, con el objetivo claro de conseguir que el museo esté presente en la vida del pueblo y que los vecinos lo sientan realmente como algo suyo.
Ese era, precisamente, uno de los objetivos del proyecto. Y el conferenciante (y director del museo) nos ofreció un análisis del grado de cumplimiento de esos objetivos iniciales. Un éxito, en definitiva, porque la rehabilitación del antiguo edificio ha provocado que muchos vecinos comiencen a cambiar ese pensamiento tan extendido de que lo mejor que se puede hacer con una casa vieja es tirarla para construir obra nueva. De esta forma, la propia rehabilitación ha conseguido poner su pequeño granito de arena en el empeño de que los vecinos valoren y, por lo tanto, conserven estas importantes muestras de patrimonio arquitectónico popular. Por otra parte, la nobleza que adquieren los antiguos cachivaches amontonados en las cámaras de las casas al ser expuestos en las vitrinas del museo ha despertado el interés por la conservación del patrimonio etnológico. Finalmente, entre los muchos logros de este pequeño centro está el de haber creado un nuevo foco de atracción de visitantes no sólo a este pueblo, sino al conjunto de la comarca. Porque la historia de los pastores de Villaralto es una historia que compartimos en los diferentes pueblos de Los Pedroches.
En definitiva, la conclusión más importante que -en mi opinión- pudimos sacar los que asistimos a la conferencia fue que con ilusión, profesionalidad y el trabajo en común se pueden poner en marcha proyectos culturales que contribuyen al desarrollo de nuestros pueblos.
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