Ayer estuve hablando en Torrecampo sobre la historia del pueblo, que es en buena parte la historia de la comarca de Los Pedroches. Y para empezar el recorrido histórico recurrí, como suelo hacer, a la geografía. Seguramente porque cuando estudié, mi carrera se llamaba "Geografía e Historia", pero el caso es que entiendo la Historia como el estudio de unos hechos sucedidos en un tiempo y en un espacio definido. Y creo que para situar correctamente los hechos es necesario saber en qué espacio tienen lugar. A pesar de sus aparentes diferencias, Geografía e Historia están íntimamente ligadas para mí. Y para hablar de la historia de Los Pedroches me resulta imprescindible empezar destacando tres características geográficas que han sido casi siempre determinantes:
1. Posición geográfica. Aunque hoy hablemos a menudo del tradicional aislamiento de la comarca, lo cierto es que Los Pedroches ocupan una posición privilegiada dentro de la Península Ibérica, intermedia entre la Meseta y el Valle del Guadalquivir y atravesada por los principales caminos históricos que comunican ambos espacios. Que luego el abandono político provocara, ya desde el siglo XIX, que las comunicaciones se derivaran por espacios menos aptos pero más fuertes... eso es otro cantar. Porque históricamente, y hasta una época relativamente reciente (hasta el siglo XIX), esta comarca ha sido lugar de paso, de contacto entre influencias llegadas por los caminos que la unen al norte y al sur. Y este hecho ha sido determinante para su Historia.
2. El sustrato geológico. El segundo condicionante geográfico para la historia de Los Pedroches es su base geológica. El centro de la comarca se asienta sobre una enorme masa granítica, el Batolito de Los Pedroches que, al emerger, hizo subir junto a él un amplio abanico de minerales metálicos, que afloran especialmente en sus rebordes, en las zonas de contacto entre el granito y la pizarra que lo rodea. Desde la Prehistoria, esta riqueza en metales ha sido el principal atractivo de estas tierras, y durante largas etapas fue la principal fuente de riqueza de sus gentes.
3. El paisaje. Este Batolito de granito forma una extensa penillanura origialmente cubierta por bosque mediterráneo. Conforme la ocupación humana fue haciéndose más numerosa, el bosque se fue aclarando para conseguir mejores pastos para los ganados. El paisaje de dehesa dio así lugar a otra de las bases de la economía de la comarca: la ganadería.
Como dije al principio, qiuzá sea por un defecto de mi formación. Pero no puedo hablar de la Historia de Los Pedroches sin empezar destacando la importancia que en su desarrollo ha tenido su posición geográfica y sus características geológicas y paisajísticas.
[Lo que yo estudié ya son tres carreras independientes: Geografía, Historia e Historia del Arte. Y, sinceramente, creo que es un gran atraso].
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