sábado, 13 de julio de 2013

Un jardín en el museo

Presentación de la actividad (foto: Europa Press)


Los museos Arqueológico y de Bellas Artes de Córdoba, el Conjunto Arqueológico Madinat al-Zahra (gestionados los tres por la Junta de Andalucía) y el Jardín Botánico de Córdoba (dependiente del Ayuntamiento de Córdoba) han programado para los próximos meses una interesante actividad conjunta titulada "un jardín en el museo; un museo en el jadín". La actividad, que se extenderá hasta fin de año, fue presentada por los responsables de los centros, de la Junta de Andalucía y del Ayuntamiento de Córdoba.

Esta iniciativa me parece especialmente interesante por diferentes motivos. En primer lugar, no voy a negarlo, por ser un buen ejemplo de colaboración institucional. Por desgracia, esta colaboración no suele ser demasiado habitual ni siquiera entre centros gestionados por la misma administración, por lo que es especialmente destacable que técnicos de cuatro centros diferentes, pertenecientes a dos instituciones (gobernadas, además, por diferentes partidos políticos) coordinen una actividad conjunta como ésta. Que en Córdoba se programen actividades conjuntas por parte de cuatro centros independientes sigue siendo noticia. Una buena noticia. No es que la actividad vaya a ser todo un éxito (que lo será); es que su mera presentación ya constituye todo un éxito para la ciudad de Córdoba.

Un jardín en el museo ofrecerá a los cordobeses la posibilidad de visitar de nuevo el Arqueológico, el Botánico, el Bellas Artes y Medina Azahara acercándose desde una mirada diferente. Y supondrá para quienes visiten la ciudad una posibilidad de ordenar su visita, de no saltarse ninguno de estos cuatro buques insignia de la Cultura (con mayúsculas) cordobesa. ¿El Jardín Botánico un buque insignia de la cultura? sé que estarán pensando algunos. Pues sí.

Realmente, la principal diferencia que vemos entre los museos y Medina, por una parte, y el Botánico por otra, no está relacionada con sus entidades gestoras, sino con su contenido. Porque una tradición educativa dudosamente acertada nos lleva a ver los museos como "de letras", mientras el Botánico es "de ciencias". Como si la metodología de análisis arqueológico no fuera científica; o como si el paseo por el Jardín Botánico no proporcionara disfrute a nuestros sentidos. O como si esos cuatro centros no compartieran sus objetivos de transmitir concocimientos y emociones a sus visitantes.

Hace ya casi una década, en el Museo Arqueológico pudimos comprobar los beneficios que nos podía ofrecer acercarse a determinadas piezas desde miradas científicas en principio alejadas a la arqueología, a través de la "presentación del la pieza del mes" (sobre la que publiqué un artículo en 2004 en la revista Mus-A). Y los primeros ensayos, que fueron todo un éxito, los iniciamos precisamente con dos botánicos. Mi hermanda Anuncia, especialista en aceite de oliva virgen extra, centró su explicación en dos piezas del museo: un brocal de pozo romano de mármol que representa la disputa entre Poseidón y Atenea y el origen mítico del olivo, y un relieve tardorromano que representa la recogida de las aceitunas. Esteban Hernández Bermejo, entonces director del Jardín Botánico de Córdoba, habló en septiembre de 2004 sobre diferentes representaciones vegetales en piezas romanas. Descubrimos así cómo el relieve con guirnalda, directamente relacionado con la iconografía del Ara Pacis construido por Augusto en Roma (del que he hablado en una ocasión anterior), refleja a través de los frutos representados la riqueza del Imperio. O cómo quienes representaron la divinización del Río Nilo en el mosaico de Fuente Álamo (Puente Genil) llegaron a cuidar el detalle hasta el extremo de reproducir con exactitud unas características palmenas que son endemismos egipcios.
Mosaico Nilótico de Fuente Álamo (Puente Genil)

Con el paso del tiempo, la presencia de "científicos" procedentes de distintos campos del saber explicando obras artísiticas o arqueologicas nos ha ido resultando menos extraño. En septiembre de 2011, nuevamente un técnico del Jardín Botánico, en este caso Elena Moreno, se encargó de hablar de un jardín en el museo en el Arqueológico (la charla, integrada dentro del ciclo "presentación de la pieza del mes" puede verse en video a través de youtube).

Y la mirada del botánico ha resultado muy enriquecedora para un museo como el Arqueológico. De la misma forma que la visión desde el arte o la arqueología enriquecen el discurso del Jardín Botánico. Por eso, para todos nosotros resultará doblemente interesante disfrutar este año de "un jardín en el museo; un museo en el jardín".








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