miércoles, 31 de agosto de 2011

Historias literarias


Además de piscina, playa, paseos en bicicleta y algunas inevitables llamadas de teléfono y correos electrónicos que había que contestar, he dedicado algunos ratos de descanso en Retamar a leer Inés y la Alegría, de Almudena Grandes.

Una novela densa, centrada especialmente en los exiliados en Francia tras la Guerra Civil. Que tiene una historia de amor como hilo conductor. En definitiva, una novela histórica y una novela romántica. Con algún personaje secundario apodado "El Tarugo", y alguna casi-protagonista a la que directamente Almudena Grandes presenta como natural de Pozoblanco. Pero no es eso lo que más me ha llamado la atención, sino una cierta crítica (que creo que es de agradecer) que, en los pasajes más narrativos e "históricos" la autora desliza hacia los historiadores. Y esto ya es evidente desde el capítulo introductorio, en el que pretende justificar la mezcla de géneros (¿novela histórica con tintes románticos o tiene más de romántica que de histórica?) con esta reflexión:

"(...) Y es sólo que el amor de la carne no aflora a esa versión oficial de la historia que termina siendo la propia Historia, con una mayúscula severa, rigurosa, perfectamente equilibrada entre los ángulos rectos de todas sus esquinas, que apenas condesciende a contemplar los amores del espiritu, más elevados, sí, pero también muchos más pálidos, y por eso menos decisivos".
Y, justo antes de comenzar el capítulo III, al hablar de los olvidados exiliados que pretendieron reconquistar España para Occidente y la Democracia desde el valle de Arán, Grandes vuelve a recordarnos la parcialidad de nuestro trabajo; en definitiva, algo que no deberíamos olvidar: que por mucho que lo intentemos, sólo podemos llegar a reconstruir una parte mínima y, por lo tanto, incompleta, de un pasado que siempre es demasiado complejo:

     "La Historia con mayúscula de los documentos y los manuales los ha barrido con la escoba de los cadáveres incómodos, hasta esconderlos debajo de la alfombra que marca el sendero que condujo a su patria hacia el futuro, y allí siguen, cubiertos de polvo, rebozados en pelusas.
      Encima, sobre una sólida arpillera tejida con lana de buena calidad y colores cálidos, brillantes, se leen los nombres de los héroes útiles, públicos, confortables, los hombres y mujeres que consagraron su vida a consolidar, junto con su futuro personal, la libertad y la democracia de España".

Y ahora, toca pasar del exilio exterior al interior, pero sin salir de los oscuros años 40 para asomarme, a través de la mirada de Francisco Onieva, a Los que miran el frío. Una mirada que promete estar tan bien documentada como la de Almudena Grandes,  y que contará además con la capacidad literaria, creadora, para dar calor y color a unos datos siempre fríos, siempre lejanos y siempre incompletos, como los que manejamos habitualmente los historiadores.

Es cierto que no cambiaré mucho de tema: la guerra, la postguerra, la derrota. Y, aunque el Cabo de Gata tiene una dureza paisajística diferente a la de Los Pedroches, el hecho es que vuelvo de Retamar para enfrentarme a otro Retamar, el creado por Onieva (¿rememorando a uno de esos núcleos iniciales, El Allozo y Retamar, que dieron origen a Villanueva del Duque?) como paisaje para su historia. Y ya lo estoy deseando.

domingo, 21 de agosto de 2011

Consejo Asesor de ¿Patrimonio Histórico?


A vueltas con la "política cultural" desarrollada por el Ayuntamiento de Córdoba, hoy me he encontrado en el Diario Córdoba una noticia cuyo titular me ha parecido muy interesante: Un consejo asesor velará por el patrimonio cordobés, preocupándose especialmente por la conservación de un Casco Histórico declarado Patrimonio de la Humanidad.

Hasta aquí, todo perfecto. Aunque mayor inquietud me ha causado conocer las instituciones que formarán este consejo asesor, que estará "constituido por los colegios oficiales de abogados y arquitectos, la Real Academia y distintas personalidades de la cultura y sociedad cordobesa". ¿Se imaginan un consejo asesor de la unidad de trasplantes del Reina Sofía integrado por los colegios oficiales de abogados y arquitectos, la Real Academia y distintas personalidades de la medicina y sociedad cordobesa? No ¿verdad? Pues eso.

sábado, 13 de agosto de 2011

¿Cerrará el Archivo Municipal de Córdoba?

Ana Verdú, directora del Archivo. Foto: ABC.

La edición provincial del diario ABC recoge una inquietante noticia sobre el Archivo Municipal de Córdoba. Al parecer, hace unos días la dirección del centro colocó en el tablón de anuncios una breve nota pidiendo a los investigadores que concertaran cita telefónica para consultar los documentos, ya que era posible que el archivo cerrara sus puertas. Siempre según la narración de los hechos publicada en el ABC, esta nota habría sido colocada sin que los responsables políticos municipales hubieran sido informados. Ante la alarma causada, el Ayuntamiento de Córdoba se plantea abrir expediente administrativo a la directora, Ana Verdú, como máxima responsable.

No tengo más información de la que publica este diario. Y, por supuesto, me parece muy preocupante. Tengo un cariño especial por ese centro, donde pasé muchas horas diariamente cuando recopilaba información para la redacción de mi tesis doctoral. He visto cómo se ha ido transformando poco a poco. Cómo la oscura y lejana "sala de investigadores", un simple rincón de la biblioteca municipal, terminó dando paso a unas dignas instalaciones. Cómo el enorme patrimonio documental conservado en esta institución se ha ido ordenando y catalogando, cómo han mejorado las condiciones de conservación, de seguridad... En definitiva, cómo un rincón olvidado de la biblioteca se ha terminado convirtiendo en un centro que custodia y difunde el rico patrimonio documental del concejo cordobés.

Esta importante transformación se ha basado en el trabajo de un equipo de profesionales que, bajo la dirección de Ana Verdú, han puesto sus conocimientos, su trabajo y su ilusión al servicio de los investigadores, del público, de la ciudadanía.

En la información difundida por el ABC se alude, aunque de manera indirecta, a que la falta de personal ha sido la causante de los problemas. Unos problemas que no tienen nada que ver (¡faltaría más!) con las decisiones adoptadas por el nuevo gobierno municipal del Partido Popular. Unos problemas que venían arrastrados de tiempo atrás... Y aquí empiezo a sospechar de qué puede ir todo esto. A nadie se le ocurre mantener abierto un hosipital sin enfermeros, una comisaría sin policías, una piscina sin socorrista. Pero un archivo... ¿Para qué hace falta tanta gente en un archivo?

La crisis económica está afectando de manera clara a las instituciones públicas, que tienen la obligación de reducir el gasto. Y el recorte afecta de manera muy destacada a la cultura. Eliminar los contratos de sustituciones o no cubrir las bajas y vacantes en un lugar como el Archivo Municipal es una forma clara de ahorro, sin gran trascendencia de cara a la ciudadanía, porque para los cuatro gatos que tienen como usuarios, esa gente rara, esos ratones de biblioteca que respiran el polvo de viejos legajos llenos de trazos ilegibles...

No sé si eso es lo que ha pasado, pero leyendo entre líneas la noticia, me da la impresión de que por ahí deben de ir los tiros. Pero un archivo, y más si conserva un volumen documental de la calidad del custodiado en el Archivo Municipal de Córdoba, tiene como primera obligación la de velar por la conservación de sus fondos. Unos fondos únicos, que forman parte de nuestro Patrimonio Histórico, y cuya pérdida sería irreparable. Sin vigilancia, sin personal de atención al investigador adecuado tanto a los fondos como al número de usuarios, no se puede mantener abierto al público. Y, por encima de decisiones políticas, la ética profesional del archivero le obliga a limitar las condiciones de consulta para garantizar la seguridad y conservación de las colecciones. Aunque desde las páginas del ABC se intente transmitir a la ciudadanía que se trata de una rabieta de funcionarios cuyo trabajo, en el fondo, no sirve para nada.

viernes, 12 de agosto de 2011

Las palabras


Foto: ABC
Aunque a veces pensemos que pueden gastarse demasiadas energías en pequeñas cosas, no es este el caso. Leyendo esta noticia en el diario ABC no podía dejar de recordar la charla que impartió el pasado miércoles en Dos Torres Eulalio Fernández, en la que habló, sencillamente, de la importancia de las palabras. A quien corresponda, enhorabuena.

"Una pequeña comarca de Andalucía ha sido capaz de influir en una de las instituciones más arraigadas y tradicionales del mundo. La Red Española de Desarrollo Rural inició una campaña de dignificación del término rural para que desaparecieran las acepciones «inculto» y «tosco» del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española . A esa campaña de influencia sobre el español se sumó el GDR Los Pedroches para dignificar su territorio y para tratar de modernizar uno de los idiomas más hablados del mundo."
Continuar leyendo en ABC Córdoba.

lunes, 8 de agosto de 2011

Exposiciones en Torrecampo y Dos Torres


Durante el mes de agosto, a las fiestas tradicionales en muchos de los pueblos de Los Pedroches se suman otras actividades programadas para aprovechar el tiempo libre de quienes vivimos en la comarca y la presencia de veraneantes. Hoy se inaugura en Dos Torres la exposición "Joyas con Historia", que se presenta como actividad paralela a la celebración de las X Jornadas de Historia y Desarrollo Local. Mañana le tocará a Torrecampo inaugurar otra exposición, en este caso destinada a ofrecer una panorámica general sobre la cultura y las costumbres de cada uno de los pueblos de Los Pedroches. Dos iniciativas totalmente recomendables.