lunes, 27 de julio de 2015

Aliara y la música tradicional de Los Pedroches

Programa del FolkPozoblanco 2015
Anoche tuvimos la oportunidad de disfrutar de un buen concierto de Aliara en la Plaza de las Siete Villas de Pedroche, como aperitivo del FolkPozoblanco 2015, que se celebrará el próximo fin de semana en Pozoblanco. De Aliara y del festival he escrito en varias ocasiones en este blog (1, 2 y 3), y ahora reproduzco el texto publicado el pasado sábado 25 de julio en la sección "Patrimonio Histórico de Los Pedroches" del semanario La Comarca.


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Ahora que se acerca la celebración de la edición número 27 del festival FolkPozoblanco, no quiero dejar pasar la ocasión para hablar de la importancia del Patrimonio Inmaterial y, en concreto, de la música tradicional. Durante las últimas décadas, diferentes grupos de personas han trabajado desde los distintos pueblos de nuestra comarca para conservar viva nuestra memoria musical. Resulta especialmente destacable la labor de investigación y difusión realizada por Luis Lepe y el trabajo de grupos como Jara y Granito desde Villanueva de Córdoba, Alcaria desde Alcaracejos o la Agrupación Musical Gachera desde Pedroche, por poner algunos destacados ejemplos. Pero permitidme que, en este artículo, destaque especialmente el impresionante regalo que, durante más de 30 años, nos ha ido dejando Aliara.
Como ocurre con el patrimonio arqueológico, monumental o documental, también la música tradicional, como parte de nuestro Patrimonio Inmaterial o Intangible, está muy relacionada con la historia de nuestra comarca. Una tierra hoy aislada, lejana respecto a los grandes centros de decisión, pero que históricamente ha estado íntimamente conectada tanto con la Meseta como con el Valle del Guadalquivir. No en vano algunos de los principales pasos naturales que conectan el centro de la Península con el sur andaluz cruzan nuestra comarca. Unas importantes rutas comerciales utilizadas desde la Prehistoria y que se mantuvieron activas hasta tiempos mucho más recientes por el trasiego de los pastores de la transhumancia. De ahí que las canciones que nuestros mayores repetían estén muchas veces influidas por el folclore castellano, e incluso cántabro o gallego.
A finales del siglo XVIII, por diferentes intereses económicos y políticos, la comunicación entre Castilla y Andalucía se traslada al puerto de Despeñaperros. La comarca de Los Pedroches comienza, ahora sí, un largo período histórico de olvido y aislamiento. Al abandonarse las rutas históricas y quedar lejos de las grandes vías de comunicación, nuestra comarca perderá los continuos contactos con el exterior. Un cambio que fue muy negativo para su desarrollo económico, pero que permitió la pervivencia de una cultura tradicional característica hasta bien avanzado el siglo XX.
En distintas ocasiones he hablado de la fragilidad del Patrimonio Histórico y de la necesidad de velar por su conservación. Esto, que resulta evidente en el caso del Patrimonio Monumental, no siempre lo vemos tan claro en unas formas de nuestro patrimonio que no son tangibles. Nos alarmamos ante las grietas que puedan surgir en la torre de la iglesia, en el castillo, pero olvidamos frecuentemente que la globalización, apoyada en impresionantes medios de comunicación de masas, ha transformado completamente nuestra cultura, que cada vez está más lejos de la de nuestros abuelos y más cercana a la existente en cualquier otro punto del planeta. Son los tiempos, y no podemos –tal vez tampoco debamos- luchar contra todos estos cambios. Pero sí tenemos la obligación de conservar nuestra memoria, la que nos han dejado nuestros mayores, para transmitirla a quienes nos sucederán.
En este sentido, me parece fundamental la labor que, en Los Pedroches, han realizado los componentes de Aliara desde la formación del grupo en 1978. Por una parte, desarrollando un impresionante trabajo de investigación con el que han conseguido mantener vivas unas letras y unas melodías que cada vez iban recordando menos personas. Impidiendo que, con la desaparición paulatina de nuestro mayores, que aún conservaban en su memoria las canciones de su infancia, de su vida, perdiéramos todos una parte importante de nuestro Patrimonio. Por otra parte, y no menos importante, contribuyendo a concienciarnos a todos de la importancia de este patrimonio musical. Todos sabemos que no se conserva lo que no se aprecia. Y no se puede apreciar lo que no se conoce. Aliara nos ha hecho conocer una parte importante de nuestra cultura tradicional y a través de sus conciertos, y sobre todo de las 26 ediciones del FolkPozoblanco, nos han hecho disfrutar de nuestra música.
Conocemos, apreciamos y disfrutamos con las jotillas que se cantaban en las antiguas faneguerías durante la recogida de la aceituna, con las coplas de piconeros, pastores, segadores, con las antiguas tonadas religiosas. Una música que está profundamente enraizada en nuestra comarca y que nos permite conocer mejor nuestra historia y, en definitiva, conocernos mejor a nosotros mismos. Y todo ello gracias a una serie de personas que se han preocupado por recoger testimonios orales para rescatarlos del olvido al que estaban abocados.

No sólo es mérito de este grupo concreto, por supuesto, pero creo que debemos reconocer que Aliara ha sido fundamental en este proceso. Y así se le reconoció públicamente en 2001, cuando obtuvo el Premio Andalucía de la Música al mejor trabajo de música tradicional o, más recientemente, el premio “una vida al son” otorgado por el Festival Al son de la Subbética. Creo que desde Los Pedroches tenemos que sumarnos también a los aplausos que recibe Aliara lejos de nuestros pueblos. Porque, además de todo lo dicho, sus componentes trabajan año tras año para ofrecernos, por puro amor al arte, a la cultura, a la música, uno de los más importantes festivales de música tradicional de nuestro país. Por el FolkPozoblanco han pasado iconos del folk como Nuevo Mester de Juglaría, Los Sabandeños, Luar na Lubre, Eliseo Parra, Jaime Lafuente… Y hemos descubierto a nuevos valores que, como ocurriera el año pasado con Ringorrango, nos han sorprendido con su extraordinaria calidad. En esta edición, después del pistoletazo de salida que supuso el concierto de Acetre el mes pasado, vibraremos con Pepica y los Bichejos, Olga y los Ministriles, la Banda Morisca, Wyrdamur, Mujeres con Raíz y, por supuesto, Aliara. Y disfrutaremos aún más sabiendo que lo mejor está por venir. Porque tenemos la suerte de contar con Aliara y con muchas ediciones futuras del FolkPozoblanco. A disfrutarlo.
Aliara, en el patio de la Salchi. Foto: Rafa Sánchez para www.pozoblanco.es

martes, 21 de julio de 2015

El archivo municipal de Pozoblanco



Reproduzco el texto que publiqué en la sección dedicada al Patrimonio Histórico de Los Pedroches del semanario "La Comarca" el pasado 11 de julio, sobre el Archivo Municipal de Pozoblanco.


Aunque es una fuente de datos fundamental para reconstruir nuestra historia, el hecho de que los objetos que custodia no tengan un especial atractivo artístico hace que muchas veces olvidemos que los Archivos son una parte esencial de nuestro Patrimonio Histórico. Pero estos verdaderos depósitos de la memoria colectiva no siempre reciben la atención que merecen. Los documentos que a duras penas conservan son de una extrema fragilidad. La humedad, los ataques de insectos, la luz, la oxidación de las tintas, la escasa calidad de algunos soportes (papel) y la inadecuada manipulación por investigadores o por el propio personal hacen que muchos de ellos sufran un proceso de deterioro que, sin la debida atención, puede acabar con ellos. Y su pérdida supone el olvido eterno de 1.000 años de nuestra historia.
¿Por qué se les presta tan poca atención, si su importancia es tan grande? Por desgracia, porque de igual forma que muy pocas personas –a veces nadie- saben en qué condiciones está el archivo municipal más cercano, muy pocas personas –acaso niguna- valorarán que se destine un trabajo y unos recursos de todos a mantener estos viejos papeles polvorientos. Todos vemos la restauración de una fachada; muchos valoramos la conservación de elementos muebles como piezas de museo; pero muy pocos son conscientes de la necesidad de hacer un esfuerzo por la conservación, ordenación y difusión de nuestro Patrimonio Documental. Por eso quiero escribir hoy sobre uno de estos depósitos de nuestra historia: el Archivo Histórico Municipal de Pozoblanco.
Ubicado en la segunda planta del Ayuntamiento, este archivo se ha ido formando durante los últimos cinco siglos con la documentación generada o recibida por la propia institución municipal. De esta forma, el estudio de su contenido nos ofrece una visión muy completa sobre el propio funcionamiento del Ayuntamiento a través de los siglos, pero también sobre la evolución del urbanismo en el municipio, de la ordenación del término municipal o de la vida económica, social y cultural.
El archivo está formado por más de 7.000 cajas, estando fechado el documento municipal más antiguo conservado en el año 1579. Y este fondo está en constante crecimiento, ya que en el archivo histórico deben ingresar aquellos documentos de la administración local que hayan perdido su valor administrativo.
Además de este fondo municipal, este archivo también conserva en depósito una interesante serie de Protocolos Notariales, es decir, libros de registro de las escrituras redactadas por escribanos y notarios, con una cronología que va desde fines del siglo XVI hasta mediados del siglo XX. En más de un millar de legajos se contiene una información de gran interés para el estudio de la evolución social y económica de Pozoblanco, Villanueva de Córdoba, Añora, Dos Torres, Villanueva del Duque, Pedroche y Torrecampo. En el caso de Pozoblanco, los protocolos más antiguos arrancan en el año 1580, y forman una serie muy completa desde fines del siglo XVI hasta mediados del XX.
Como elementos de nuestro Patrimonio Histórico, estamos obligados a velar por la conservación de estos documentos para transmitirlos a las generaciones futuras. En el caso del archivo de Pozoblanco, cuenta con unas instalaciones recientemente renovadas, que incluyen un sistema de control climático para evitar las temidas oscilaciones de temperatura y humedad relativa, una de las principales causas de deterioro de los documentos. Pero no debemos olvidar que los soportes de esa documentación son frágiles y se deterioran fácilmente con la simple manipulación. Por eso, es importante que los archivos estén correctamente ordenados, para que sólo toquemos los documentos que realmente buscamos. E igual de importante es que quien manipule los documentos tenga la formación y la sensibilidad necesaria. Que sea consciente, en suma, de que trabaja con elementos frágiles e irreemplazables de nuestro Patrimonio Histórico.
Mientras menos se toquen, menos se deteriorarán los documentos. Esta máxima, que en general es aplicable a la mayor parte de los elementos materiales de nuestro Patrimonio Histórico, llevó durante mucho tiempo a restringir la consulta a muchos fondos documentales. Pero si no podemos consultarlos ¿para qué queremos conservar los documentos? O, dicho de otra forma, es necesario asegurar la accesibilidad a los archivos para poner este Patrimonio Histórico al servicio de la sociedad.
Para conjugar conservación y accesibilidad, una de las fórmulas más utilizadas es la reproducción de las principales series documentales, evitando así el continuo manejo de los originales. En el Archivo Municipal de Pozoblanco se reprodujeron hace unos años mediante microfilmado parte de los libros de Actas Capitulares. En la actualidad se está procediendo a la digitalización de estos microfilms para, a la vez que se hace más fácil la consulta, permitir también una mayor difusión de los fondos del archivo. Paralelamente, un grupo de investigadores coordinado por el profesor José Luis González Peralbo está trabajando en la digitalización de los Protocolos Notariales.

Abierto al público, servido por personal cualificado, con un sistema ágil de atención a ciudadanos e investigadores, con procesos de digitalización de las colecciones en marcha, con un proyecto de difusión de los fondos a través de la web… Es mucho el trabajo que aún queda por realizar, pero creo que por fin algunos de nuestros archivos municipales se encuentran en el buen camino. Un camino que inició hace unos años el Archivo Municipal de Torrecampo y que, con mayor o menor intensidad, han ido siguiendo otros pueblos, como Pozoblanco. Es hora de que nos detengamos un momento a echar un vistazo a las diferentes webs municipales para ver qué atención prestan los municipios a nuestro Patrimonio Documental. Porque no debemos permitir la desaparición de nuestra Historia.


miércoles, 15 de julio de 2015

Sobre el quemar de los montes y el pacer de los quemados



El pasado 8 de julio, en pleno verano como corresponde a una norma para la que se esperan críticas, el Congreso de los Diputados aprobó con los votos del PP, UPyD y UPN la nueva ley de montes. Una de las principales novedades respecto a la norma anterior, de 2003, está en la inclusión de una "excepción" para la antigua prohibición de recalificar terrenos quemados. Esta prohibición ahora eliminada tenía como objetivo el de prevenir la aparición de incendios forestales provocados por intereses económicos.

Creo que conviene recordar ahora que las limitaciones a los aprovechamientos económicos de las áreas que han sufrido un incendio forestal no eran novedosas en 2003. Hace unos años ya escribí en este mimo blog sobre las normas existentes en este sentido en la Córdoba de fines de la Edad Media (leer 1 y 2). Unas normas, a veces muy dudas, surgidas del convencimiento de que es necesario acabar con la "lacra" de los incendios forestales, siendo conscientes de que la especulación económica estaba detrás de muchos de ellos.

Supongo que nuestros representantes en el Parlamento han considerado que esta antigua costumbre de especular para enriquecerse a costa del bienestar de la sociedad es algo que ha desaparecido en nuestro país y, por lo tanto, no es necesaria una medida preventiva como la que se ha mantenido históricamente. Yo lo dudo, pero ellos son más optimistas, porque no quiero pensar que defiendan los intereses de los especuladores y no los del conjunto de la sociedad.

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Os dejo aquí, por si os interesan, algunas de las normas cordobesas de fines del siglo XV e inicios del XVI para prevenir el quemar de los montes:

1. 1495, 3 de abril. Archivo Municipal de Córdoba, 001.02.241 (copia de 1552). Mandamiento real en el pleito entre Pedroche y Montoro sobre el aprovechamiento de los quemados.
"Don Fernando y donna Ysabel (...) a todos los corregidores, aistentes, alcaldes, alguaziles, merinos e otras justiçias quales quier, ansí de la ciudad de Córdoua como de todas las otras çiudades, villas y lugares de los mis reynos y señoríos, e a cada uno e qual quier de vos en vuestros lugares e jurisdiçiones, salud e gracia. Sepades que por parte del conçejo, alcaldes e honbres buenos de la villa de Pedroche, término desa dicha çiudad de Córdoua nos fue fecha relaçión por su petiçión que ante nos en el nuestro Consejo fue presentada, diziendo que sobre los grandes daños e agrauios que la dicha villa de Pedroche e otros vezinos de la comarca rreçibían sobre el quemar de los montes e paçer de los quemados, fue tratado pleyto entre el dicho conçejo e la dicha villa de Pedroche e Torremilano, e Fuente Obejuna, e Adamuz, e Pozoblanco de la una parte e de la otra la villa de Montoro, ante el conçejo e corregidor y rregidores de la dicha çiudad de Córdoua, los quales diz que hizieron çiertas hordenanças diz que entre otras cosas mandaron que las dichas villas fuesen obligadas de poner guardas en los dichos montes, e que al que tomasen poniendo algún fuego en ellos, que lo prendiesen e truxesen preso a la cárzel de la dicha çiudad de Córdoua. E que si se probare que a sabiendas pusieron el dicho fuego, que sea hechado en él e quemado, e perdiese toos sus vienes por pagar el danno que asy el dicho fuego hiziere. E que asy mesmo, que ninguna persona fuesen osados de meter sus ganados en los dichos quemados desde el día que se quemaren fasta en fin del mes de dizienbre primero siguiente, so pena quel que lo contrario hiziere pagase por cada vez que entrase con su ganado seis çientos mrs. por cada manada del tal ganado, según que más largamente en las dichas hordenanças de que antes nos hizo presentaçión se contiene".
2. 1495, 30 de abril. Archivo General de Simancas, Registro General del Sello, fol. 60. Confirmación de las ordenanzas de Córdoba de 3 de agosto de 1480. "Sobre los grandes dannos e agrauios que en la dicha villa de Pedroche e otros vesinos de la comarca reçebyan sobre el quemar de los montes y pacer de los quemados"
(...)"para ensanchar las dichas lauores pegavan fuego a los montes de nuestros términos et tomavan los pasos de los ganados de Córdoua e de su tierra, de que venían grandes dannos a los esnnores de los ganados, e ansy mesmo a los sennores de las posadas de las colmenas"
(...) "e por que muchas vezes acaesçe que los dichos vecinos de Montoro ponen fuego en los montes afin que les sean guardados dos o tres annos e non se aprouechen dellos los vecinos e moradores de las dichas nuestras villas e logares, lo qual es contra la nuestra hordenança".
(...) "Otrosy, por la espyriençia se conosçe que de quemar los montes a venido y vyene grande danno a todos los vecinos y moradores de las dichas nuestras villas e logares, ansy de los que tienen colmenas como a todos los otros que se aprouechan de los montes para cortar madera y faser sus fazenderas, (...) por que los quemadores lo fazen encubyertamente e no se sabe ni puede saber para esecutar las dichas penas, e por que los engannos e fraudes de los que desean que los dichos montes se quemen çesen...
(...) "Que sea quemado y echado en el fuego sy se prouare que a sabyendas lo fizo, e pyerda los byenes que oviere para pagar el danno que fiziere por el tal fuego. E sy la tal guarda fuere negligente sabyendo quien lo puso e non le prendiendo, que aya la misma pena que el fazedor e el ponedor del fuego. E sy la guarda non fuere abonada para pagar el dicho danno, que lo pague el concejo que pusyere por sy la tal guarda. Otrosy, por quitar ocasión e negligencia a los dichos vecinos y moradores (...) que los vecinos e moradores de la tal villa o logar donde el tal monte se quemare y de las otras nuestras villas e logares, que non sean osados de entrar con sus ganados cacunos nin ovejunos...
3. 1495, 17 de agosto.. Archivo Municipal de Córdoba, Libro de Actas Capitulares, 1495. Mandamiento del concejo de Córdoba.
"Que ninguno faga fuego para escalentarse al pie de arbol cabdal, donde se pueda quemar, so pena que le den treynta açotes."
4. 1497, 7 de julio.. Archivo Municipal de Córdoba, Libro de Actas Capitulares, 1497. Mandamiento del concejo de Córdoba.
"Estos sennores platycaron sobre los fuegos que se ponen a los montes e en los rasos, sobre lo qual acordaron que de más de las penas de las ordenenças que están puestas a los que lo pegaren, que se les dé treynta açotes pública mente. E diputaron a Juan de Arguinnano y al jurado Pedro de Morales para que junto con los que tyenen heredades en los montes den orden commo non se peguen fuegos, y aquella sea ordenança de Córdoua."
5. 1502, 4 de febrero.. Archivo Municipal de Córdoba, Libro de Actas Capitulares, 1502. Mandamiento del concejo de Córdoba.
(...) "Que se guarden los montes quemados que non entren los ganados en ellos fasta que pasen los tres annos segund la hordenança".
6. 1503, 24 de junio. Archivo Municipal de Córdoba, Libro de Actas Capitulares, 1503. Mandamiento del concejo de Córdoba.
"Estos sennores, veyendo los grandes fuegos que ay en la Sierra e Canpinna desta çibdad, mandaron dar mandamyentos para alguasiles que vayan a aver ynformaçión de las presonas que lo han pegado, e a prender a los que fallaren en culpa de aver pegado los dichos fuegos".



domingo, 12 de julio de 2015

Y todo es vanidad




Gracias a mi conducta vagamente antisocial
temo no verme nunca encaramado a un pedestal:
no alegrará mi efigie el censo de monumentos,
no vendrán las palomas a rociarme de excrementos...
 
En el instituto llegamos a adorar a Marieta. Oímos miles de veces ese disco mítico, "La Mandrágora". Confieso que nunca conecté del todo con Alberto Pérez. Y que, con el tiempo, cada vez me fue gustando menos Sabina. Pero siempre quedaría Marieta. Siempre nos queda Javier Krahe.

Aunque no es mi canción favorita de Krahe, creo que "Cuervo ingenuo" quizá sea la más significativa. Manías de historiadores, sin duda, siempre empeñados en despedazar la historia y clasificarla en etapas... La victoria del PSOE de Felipe González en las elecciones generales de 1982 supuso un hito fundamental en esa etapa de optimismo político iniciado con la Transición. España cambiaba, era el progreso. Pero este optimismo se rompería en 1986, sobre todo tras el referendum sobre la permanencia de España en la OTAN. Es en ese momento cuando la visión política empieza a transformarse, cuando aparece el desencanto. Y "Cuervo ingenuo" representa tan bien esta nueva etapa como la "Libertad sin ira" de Jarcha representó los inicios de la transición.

¿Fue excesivamente duro Krahe en su mordaz crítica a Felipe González? Posiblemente. ¿Se equivocaron políticos y directivos de RTVE censurando su emisión? Sin duda alguna. ¿Perdieron su credibilidad quienes se la habían ganado merecidamente haciendo posible la realización de programas como "La Edad de Oro" o "La bola de cristal"? Pues la verdad es que sí. Pero lo que hoy realmente importa es que Javier Krahe nos ha dejado un buen puñado de canciones, entre las que se encuentra una que nos sirve para explicarnos qué cambió en la visión política de la izquierda española a partir de 1986. Una canción que explica una época.

Por eso no sé si llegará el día en que Javier Krahe tenga su estatua, aunque me extrañaría tanto como a él que alguien se decidiera a dorarle la peana. No tendrá el Nobel, no señor. Pero, tristemente, al encontrarnos con su esquela hoy hemos descubierto que se equivocó en su última estrofa.