lunes, 31 de octubre de 2016

716: Córdoba, capital de al-Andalus


Cuando, en el año 711, las tropas musulmanas entran en la Península Ibérica cruzando el Estrecho de Gibraltar, lo hacen teóricamente para ayudar a uno de los bandos que se disputan el poder en un reino visigodo que está atravesando una importante crisis. La escasa documentación disponible nos lleva a pensar que durante los primeros años, ni siquiera los conquistadores musulmanes tenían muy claro si asentar su nuevo dominio europeo o si regresar aprovechando el importante botín conseguido. El fortalecimiento de la presencia musulmana en la Península se producirá en el año 716, cuando el gobernador al-Hurr traslade la capital administrativa a Córdoba y comience una reorganización política y fiscal que terminará con la consolidación de la nueva provincia del Estado Islámico: al-Andalus.

Al cumplirse los 1.300 años de capitalidad cordobesa, desde el Museo Arqueológico de Córdoba se ha planificado una pequeña pero completa exposición temporal centrada en los tiempos del nacimiento de al-Andalus. La pequeña sala se ha preparado en esta ocasión como una línea del tiempo que avanza desde la etapa final del reino visigodo hasta la llegada de Abd al-Rahman I y la proclamación del Emirato Independiente. La pared izquierda nos muestra una evolución de las monedas de los siglos VII y VIII. Porque disponer de estas monedas suponía tener la posibilidad de levantar templos y palacios, de mantener la estructura política y defensiva, de asegurar la paz y la prosperidad de las tierras. Entre estos elementos destacan varias piezas procedentes del Museo PRASA Torrecampo, como tres monedas de oro visigodas del siglo VII, dos precintos de plomo que habrían sido utilizados con toda probabilidad para sellar las sacas que contenían las monedas destinadas al pago de los ejércitos que participaron en la conquista musulmana y un interesante ejemplar de las primeras acuñaciones musulmanas en la Península Ibérica, acuñado en oro y con la leyenda en latín. Junto a ellas, se exponen algunos ejemplares de la magnífica colección numismática del Museo Arqueológico y un sugerente conjunto hallado en una tumba en las excavaciones de Cercadillas.

Frente a las monedas se exponen una serie de capiteles ordenados también cronológicamente y siguiendo esa misma línea que comienza en época visigoda y desemboca, tras una interesante vitrina que muestra una selección de cerámicas emirales del yacimiento de Cercadillas, en una pieza que se ha interpretado como el mihrab original de la primitiva mezquita levantada por Abd al-Rahman I.
Mihrab de la Mezquita de Abd al-Rahman I

La exposicion, comisariada por María Dolores Baena, directora del Museo Arqueológico de Córdoba, y Alberto Canto, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, está organizada por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, con la colaboración de la Fundación PRASA. Y vuelve a ser una cita imprescindible para el otoño cordobés. La muestra estará abierta hasta fines del mes de enero, y os recuerdo que la visita es altamente recomendable.

Enlaces:

Web del Museo
Noticias de prensa sobre la inauguración: Diario Córdoba, El Día de Córdoba, ABC Córdoba, La Vanguardia, Agencia Europa Press, Cordopolis, La Información.

Lola Baena y Alberto Canto, comisarios de la exposición.

domingo, 30 de octubre de 2016

Una moneda del Museo PRASA Torrecampo, pieza del mes del Arqueológico de Córdoba



Una moneda de las colecciones del Museo PRASA Torrecampo, concretamente un "sólido de conquista" o "dinar indiccional", acuñado entre los años 712 y 713, será el protagonista hoy domingo, a las 13 horas, de la presentación de la Pieza del Mes del Museo Arqueológico de Córdoba. Se trata de una interesante muestra de las primeras acuñaciones realizadas por los musulmanes en la Península Ibérica, en oro y con la leyenda aún en latín, destinadas esencialmente al pago de las tropas que participaron en la conquista.

La charla estará a cargo de Alberto Canto, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid y una verdadera autoridad en numismática andalusí, que además es comisario, junto a María Dolores Baena, de la exposición 716: Córdoba, capital de al-Andalus que se muestra en el Museo Arqueológico.

jueves, 27 de octubre de 2016

Noviembre en Córdoba: mes de Julio Romero de Torres

Con Teo Fernández (ÉraseunavezCórdoba) Carmen Gómez (Diputada de Turismo) y Eulalio Fernández (Decano de la Facultad de Letras de la UCO). Foto: Diputación de Córdoba.

Ayer se presentaron en la sede de la Diputación Provincial de Córdoba los actos que se desarrollaran en la ciudad a lo largo del próximo mes en torno a la figura de Julio Romero de Torres. Si ya en 2014 destacaba la presencia de varias instituciones, tanto públicas como privadas, detrás del ingente trabajo desarrollado por Teo Fernández, hoy podemos ver cómo el programa crece cada año, en actividades y en colaboradores. Un buen ejemplo de cómo la suma de pequeños esfuerzos puede dar importantes frutos para la cultura.

Dentro de estas actividades están programadas, además de otras actividades, varias visitas temáticas por la ciudad, la emisión de programas especiales en una televisión local cordobesa (PTV) y varias conferencias, entre ellas las cuatro correspondientes a los cuatro viernes del mes, dentro del ciclo "Diálogos con la cultura" organizados por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Córdoba. Un ciclo que tocará inaugurar el viernes día 4 en la Posada del Potro (las otras tres conferencias tendrán lugar en la propia Facultad de Letras) con una charla sobre la evolución de esta histórica plaza cordobesa.

Más información y programa completo: www.julioromerodetorres.es

Una obra del Museo Thyssen de Málaga protagoniza el cartel.

miércoles, 19 de octubre de 2016

Inglaterra es diferente - 4. Brexit.



En este último viaje también me ha sorprendido la cercanía de la gente en Inglaterra. Ese cercano (aunque casi totalmente incomprensible) how are you? del camarero el segundo día que visitamos el mismo pub; esos segundos, muy pocos, que transcurren entre que empiezas a desplegar el plano en una calle de Liverpool y que alguien se acerca preguntándote si necesitas ayuda...  De la misma forma, he comprobado con sorpresa lo cuidado que está el monumento a las Brigadas Internacionales junto al London Eye. Y también me he sorprendido al ver cómo la Tate Modern cuenta con una sala titulada Civil War. No Spanish Civil War, sino simplemente Civil War, en recuerdo de la nuestra, la de todos, la común. Nuevamente he vuelto con la idea de que el tópico del británico no les hace justicia.

Pero está el Brexit. Y me lleva a pensar que no todos los camareros serán tan agradables con los extranjeros como el del pub de Chorlton, ni todos los fans de los Beatles tan serviciales como el que nos enseñó The Grapes. Posiblemente muchos británicos se quedaron en casa, pero lo cierto es que de los que fueron a votar, fueron mayoría quienes no nos quieren. Y me da mucha pena, primero por los amigos, y luego por toda esa masa de desconocidos que, vistos de cerca, no están tan alejados de nosotros. Y también me apena, egoístamente, que los europeos perdamos poco a poco una parte tan importante de nuestra cultura. Me temo que ha vencido no sólo la mala política, sino también la incultura. Sólo espero que no nos dejemos arrastrar nosotros en su caída, que sin duda será larga. Y que, al mirar el futuro lejos de Inglaterra, sepamos entender que una vez tuvimos un pasado y una cultura común.

Ladrillo con la marca de la Legio IX Hispana, que actúa en el área de York entre los años 71 y 120. Museo de York.

sábado, 15 de octubre de 2016

Inglaterra es diferente - 3. Patrimonio, euros, libras.

Tate Modern (Londres): recogida de donativos en un museo gratuito.

Si en la anterior entrada me refería a la racionalización del gasto como una necesidad en nuestra política de economía patrimonial, ahora quiero hablar de la segunda parte de la ecuación: los ingresos. Dicho de otro modo ¿quién corre con los gastos que supone la conservación y puesta al servicio de la sociedad del Patrimonio Histórico? En este tema, las diferencias entre el modelo británico y el español son todavía más evidentes.

Ya he comentado en las entradas anteriores cómo me da la sensación de que el público inglés se siente más cercano a su Patrimonio Histórico que el español. Y eso se nota también cuando llega la hora de rascarse la cartera. Mientras nosotros esperamos tranquilamente que el Estado, la Comunidad Autónoma, el Ayuntamiento o una Fundación corran con todos los gastos, los ingleses también están acostumbrados a participar a la hora de pagar. Y no nos equivoquemos: no se trata de criticar a "papá Estado". Mirad si estarán acostumbrados en el Reino Unido a apoyar desde las instituciones públicas la oferta cultural que la mayoría de los grandes museos tienen entrada gratuita.

Lo que ocurre es que los ingleses van más allá, siendo conscientes de que, aunque el Estado va a correr con los gastos de funcionamiento, las instituciones culturales pueden recabar ingresos extras que les permitirán ampliar su oferta cultural. La Tate Modern funciona con presupuesto público; pero si todos ponemos esas 4 libras que nos piden en la entrada, no sólo nos aseguraremos de que el museo pueda mantenerse abierto con entrada gratuita para aquellos que no puedan pagarla, sino que el centro podrá programar más exposiciones, editar más catálogos, ofertar más actividades didácticas. Y creo que el público británico tiene perfectamente asumido que esa es su responsabilidad. Y en un alto porcentaje, colabora con esas 4 libras.

La participación ciudadana en la generación de ingresos, en esta especie de "micromecenazgo", se refleja también en la pertenencia a asociaciones. Hay asociaciones relacionadas con los castillos, con jardines y palacios... aunque la más significativa me parece el English Heritage, de la que ya he hablado en las entradas anteriores. Como turistas, esta organización nos permite adquirir tickets conjuntos para diferentes espacios, con un interesante ahorro. Como británicos o residentes, muchas personas apoyan la conservación y difusión de su Patrimonio Histórico haciéndose socios -aportando así su apoyo económico-, convirtiéndose en público fiel que repite su visita y, en ocasiones, colaborando también como voluntarios en los espacios gestionados por esta entidad.

Cuando uno comprueba cómo sus amigos británicos son socios de una entidad dedicada a la gestión de espacios patrimoniales o naturales, piensa que a los gestores del Patrimonio en Inglaterra les ha tocado la lotería. Pero no. Resulta que es verdad que en Gran Bretaña, al Patrimonio Histórico le toca la lotería todas las semanas.

The National Lottery restaura el Patrimonio Histórico. Buxton. Inglaterra.

Parte de los beneficios obtenidos por la Lotería Nacional británica revierten a la sociedad en forma de apoyo directo a la cultura y al Patrimonio Histórico. Y, si hasta ahora he dicho que en cuestiones de gestión de Patrimonio Inglaterra es diferente, en muchos casos mejor, ahora prefiero callarme los calificativos, porque en el caso de las loterías no es que los británicos nos saquen ventaja, es que nos sacan los colores. Vamos a ver dónde van a parar los beneficios de loterías en Reino Unido y en España, aunque os puedo avanzar que sorprende tanto lo cuidado que está el Patrimonio Histórico inglés como el elevado nivel económico de la Liga de Fútbol Profesional en España. Y no es casualidad.

No me ha resultado nada fácil encontrar datos sobre el "reparto de beneficios" de Loterías y Apuestas del Estado. Y, sinceramente, viendo lo que he visto no me extraña: si yo tuviera que explicarlo me daría vergüenza. No sé si mi información estará totalmente actualizada, ya que lo mejor que he encontrado para ver cómo hacen el reparto ha sido un Real Decreto de hace 25 años (RD 419/1991). Tampoco si las cifras actualizadas, correspondientes a 2014, están correctamente tomadas, ya que el único lugar donde las he encontrado ha sido en el pdf de los Presupuestos Generales del Estado de 2015. Un poco escondidos los datos, pienso yo, en un país en el que hay tantos presumiendo de transparencia (¿no será "tramparencia"?). Desde 1991, la recaudación íntegra de las loterías se reparte del siguiente modo:

  • 55 % para premios.
  • 10'98  % para las Diputaciones Provinciales.
  • 10 % para la Liga de Fútbol Profesional.
  • 1 % para el Consejo Superior del Deportes, que lo dedicará a otras categorías de fútbol.
  • El resto, deducidos los gastos, para el Tesoro Público.

Aunque no sé si los datos son totalmente correctos (muy escondidos que los tienen...), en 2014 creo que los ingresos globales fueron de algo más de 8.447 millones de euros; con lo que la Liga de Fútbol Profesional, principal beneficiaria de nuestra lotería, se habría embolsado casi 850 millones de euros. Sin embargo, no encuentro ninguna referencia a estas importantes cifras en el informe económico del fútbol profesional español. Que no digo yo que las cifras no estén bien, pero claras y accesibles... me parece que no. En cualquier caso, 850 millones de euros no es mala cantidad, teniendo en cuenta que la LFP es una entidad privada, una asociación formada por diferentes Sociedades Anónimas Deportivas (los multimillonarios clubes de fútbol), y a pesar de eso se lleva los beneficios de una entidad pública como es Loterías...  Supongo que lo mejor es que a nadie se le ocurrirá volver a decir que hay que privatizar Loterías, una vez que queda claro que ya se privatizan directamente sus beneficios. Tanto en la web como en su publicidad televisiva, Loterías destaca la colaboración publicitaria del organismo público con la cultura y el deporte. Para tapar vergüenzas, supongo. Porque es una verdadera vergüenza que nuestra lotería no tenga un fin social, cultural o deportivo, sino que únicamente beneficie a los más grandes del fútbol. No tengo otro calificativo: vergonzoso.

En todos sitios cuecen habas, me puede decir alguien. Pues parece que no en Inglaterra, o al menos no las cuecen como nosotros. Al buscar la información, lo primero que sorprende es lo rápido que, a través de la web del organismo público británico, se accede a la información sobre el destino del dinero de loterías. Y con gran facilidad se accede también a la información contable, desglosada para hacerla fácilmente entendible por cualquiera. Todos los datos a un clic, en un verdadero ejercicio de transparencia que contrasta con nuestra "tramparencia". Así, podemos ver cómo en el año que cerró el pasado 31 de marzo de 2016 destinaron a proyectos más de 1.900 millones de libras. Un dinero que es posible seguir proyecto a proyecto y pueblo a pueblo a través de la misma página web. Y, por supuesto, sus fórmulas de reparto de los beneficios, que también aparecen claramente expresadas en su web, son muy diferentes a las españolas:
  • 40% para proyectos sociosanitarios.
  • 20% para deporte.
  • 20% para artes.
  • 20 % para Patrimonio. 

Las cuentas claras. En España... chocolate.

Un reparto que parece claro, lógico, que da envidia. Mucha envidia. Como también lo da el hecho de que, según estos datos, destinaron 380 millones de libras a proyectos relacionados con el Patrimonio Histórico. No es que Inglaterra sea diferente; es que a veces debería darnos vergüenza. Aunque sólo fuera algunas veces.


miércoles, 12 de octubre de 2016

Inglaterra es diferente - 2. Money for nothing


Brodsworth Hall coronado por la bandera del English Heritage.
Por supuesto, hace falta dinero para conservar y poner los elementos del Patrimonio Histórico al servicio de la sociedad. Pero no tanto dinero como a veces podemos pensar. Quizá porque en Inglaterra pervive una cierta idea romántica de las ruinas, pero la visita a los múltiples espacios acogidos al English Heritage me deja con la sensación de que son conscientes de la inutilidad de pretender devolver todo su esplendor a los antiguos edificios.

Chesters Roman Fort
Lo que sí me ha parecido es que se pone un especial cuidado en la conservación de los restos originales, y también en hacer posible que el público disfrute de la mejor manera posible de ellos. Al igual que comentaba en la entrada anterior para el caso de las actividades didácticas para niños, sencillas y originales ideas pueden sustituir a las costosas restituciones en 3D. En el caso de la foto, un baratísimo y sostenible sistema (sin mantenimiento, prácticamente sin necesidad de reparaciones) nos permite hacernos una idea de cómo esos restos de cimentación que tenemos en frente corresponden a la base de una puerta fortificada en el recinto de Chesters Roman Fort, uno de los campamentos encastillados que jalonaban el Muro de Adriano.

Después de unas cuantas decenas de sitios históricos o arqueológicos visitados, sólo puedo explicar la diferencia entre lo que he visto en Inglaterra con lo que habitualmente hacemos en España con una comparación: nosotros parece que necesitamos construir un gran "centro de visitantes" para "poner en valor" cualquier yacimiento arqueológico, cualquier edificio histórico, cualquier ruina. Aunque los viejos muros (lo que realmente deberíamos proteger y conservar) se nos caigan a pedazos, las más modernas tecnologías tendrán cobijo en un edificio diferente, a veces incluso estrambótico. Un edificio que, la mayoría de las veces, no sólo ha supuesto una inversión millonaria, sino que incrementa de manera espectacular los gastos de mantenimiento del conjunto hasta hacerlo insostenible, provocando en muchas ocasiones que ni siquiera se pueda abrir al público con un horario estable. ¿A que sabéis a qué centro en concreto me refiero? Pues sí y no. Porque si leéis desde Los Pedroches, conforme avanzábais habréis ido pensando en un lugar; si lo hacéis desde Córdoba, estaréis pensando en otro; si estáis en tierras segovianas en otro... No me refiero a ninguno en concreto, sino a todos en general. Porque este problema está completamente generalizado en la mayor parte de nuestro país, y ejemplos hay, por desgracia, a montones.

Clifford's Tower, York. A la derecha, caseta metálica para servicios: información, tienda, etc.
Mientras, en Inglaterra no resulta nada extraño que las zonas de servicios (cafetería, tienda, aseos, etc.) nos ofrezcan una imagen realmente pobre, reduciéndose no pocas veces a simples casetas metálicas, mientras se cuida la conservación de los bienes patrimoniales y de un entorno -casi siempre ajardinado, que en eso tienen suerte con el clima- que es lo que realmente el visitante quiere disfrutar. En la imagen se muestra la zona de servicios al público de Clifford's Tower, en York. Que no es, ni mucho menos, lo "peor" que hemos visto. Más bien al contrario. Y creo que debemos reconocer que aquí, en España, ya estaríamos protestando si en un espacio patrimonial de esa importancia tuviéramos que soportar durante años la "provisionalidad" de una estructura de este tipo. Lo que me lleva a dejar en el aire una duda: ¿Y si nos estuviéramos equivocando?

Porque mi sensación (seguimos hablando de sensaciones, os recuerdo que esto no es un estudio científico) es que quizá estemos equivocándonos desde el principio. Porque me da la impresión de que en Inglaterra se gasta de otra forma, con el claro objetivo de conservar lo mejor posible el mayor número posible de centros patrimoniales, y de ponerlos al servicio del público. Poner el patrimonio al servicio del ciudadano, en lugar de inventarse un millonario centro para atraer turismo.

Hablando de rentabilidad social del Patrimonio Histórico, en un debate que hicimos en Torrecampo hace unos años, alguien del público me puso un ejemplo que me parece muy clarificador: "eso es como si en un equipo de fútbol, desde presidencia se fija como objetivo principal el de vender camisetas en lugar de priorizar el proyecto deportivo; el primer año venderán muchas, pero a medio plazo el equipo no va a funcionar, los resultados no acompañarán y, por mucha publicidad que se quiera hacer, las camisetas no saldrán de la caja". Pues eso. Que quizá en Inglaterra estén acostumbrados a diseñar proyectos con objetivos culturales mientras nosotros... demasiadas veces vendemos camisetas.

Dicen que había restos de un puente romano. No lo encontramos pero... mereció la pena el paseo.

jueves, 6 de octubre de 2016

Inglaterra es diferente - 1. Visitantes, niños y patrimonio.



Perdonad que acomode un poco el viejo eslogan turístico, y no temáis, que sólo quiero dejar aquí algunas ideas que me han ido surgiendo durante un reciente viaje a Gran Bretaña. Las diferencias a las que me refiero están relacionadas, naturalmente, con el Patrimonio Histórico. No pretendo hacer un completo análisis, que para eso hay libros y artículos de sobra. Únicamente, dejar constancia de algunas cosas que los ingleses hacen de forma diferente a como habitualmente solemos hacerlo nosotros. Y diferente, en los casos que quiero comentar, quizá quiera decir mejor.

Como no pretendo hacer ningún sesudo análisis, me centraré en las emociones, en las impresiones que, por supuesto, siempre son subjetivas. Y la primera impresión general que me he traído de la relación de los británicos con su patrimonio creo que la ilustra bien la imagen que he utilizado como portada de esta entrada. Una bienvenida a los visitantes en pequeño formato, pero situada en el lugar más visible de la puerta de acceso a un centro de indudable interés patrimonial, pero que es realmente un lugar de culto: la Iglesia de San Juan Bautista de Chester. Quizá haya también invitaciones de este tipo en España... Pero ya os digo que hoy sólo pretendo contar algunas sensaciones, y este edificio me hizo pensar en la relación de la sociedad con su Patrimonio. Una relación que, en Inglaterra, me parece mucho más abierta. Mucho más cercana. Mucho más amable, como ese mensaje de bienvenida. Algo a lo que yo, sinceramente, no estoy acostumbrado.

Beeston Castle: "aula didáctica".
La cercanía de la sociedad al Patrimonio Histórico se inicia, necesariamente, en la escuela. Y se refleja en una atención especial a los niños en museos y centros patrimoniales. Ya sé que aquí también se programan actividades didácticas. Yo mismo he trabajado en el desarrollo de programas educativos o de difusión para niños. Pero me da la sensación de que nuestros proyectos son un poco más forzados, menos directos que los que he visto en Gran Bretaña. Esas zonas de juegos infantiles en el interior de las iglesias, esos pequeños cuadernillos de juegos para escolares en todos los museos... Y creo que aquí está la diferencia: en todos.

No hay museo o espacio patrimonial que no disponga de una atención específica para los niños. No he tenido la suerte de toparme con ninguna espectacular. Al contrario, si tengo que generalizar buscando un calificativo para las actividades infantiles que he podido descubrir puedo sorprenderme hasta a mí mismo: son actividades baratas, en el mejor sentido de la palabra. A veces, un pequeño tenderete como el de Beeston Castle (en la foto); otras, sencillas hojillas -a veces simples fotocopias en blanco y negro- que proponen algún tipo de juego para realizar durante la visita. Juegos extraordinariamente efectivos, a juzgar por la aceptación con la que los han acogido mis hijos, con diferentes edades, cada vez que hemos visitado Gran Bretaña. No hace falta realizar grandes alardes, programar actividades de relumbrón, sino hacerlo con constancia: actividades simples, económicas, pero muy cuidadas y adaptadas al público al que se dirigen y de las que se puede disfrutar en cualquier centro patrimonial y en cualquier horario. Educando así a los niños, no es extraño que de mayores consideren el Patrimonio como algo propio, porque habrán aprendido a disfrutarlo (y, con perdón, sin necesidad de convertir sus jardines en botellódromos).

La educación es básica para conseguir una sociedad capaz de amar su Patrimonio en lugar de considerarlo, muchas veces hemos oído todos, un freno para el desarrollo. Y desde niños, los británicos encuentran carteles de bienvenida en el lugar que nosotros solemos destinar a múltiples e importantísimas prohibiciones. Quizá porque no hay que destacar los "no corras", "no comas", "no fumes"... cuando te diriges a gentes que, desde niños, han sido bien educados. Esta es una de las cosas en las que me parecen diferentes. Y quizá nosotros no hemos llegado mucho más allá de eliminar los antes típicos "prohibido escupir en el suelo".

lunes, 3 de octubre de 2016

Publicaciones divulgativas



Después de un tiempo sin escribir por aquí, empiezo la temporada actualizando un poco el contenido del blog. A pesar de que me parece muy importante la divulgación de la historia, y por ello cree una pestaña específica para acceder a publicaciones divulgativas, la verdad es que tenía un poco abandonada la actualización de este apartado. Así es que la primera tarea de este nuevo curso ha sido la de subir algunos artículos recientes. Os dejo aquí los enlaces, aunque puede accederse a ellos de forma permanente desde la pestaña "otros escritos".

"Ángel Riesgo en Los Pedroches (1921-1933)". El Celemín, 24 (2016), pp. 11-15.

"Los Pedroches en época visigoda: entre Córdoba y Toledo". Revista de Feria de Torrecampo, 2016, pp. 65-67.

"Sobre las antiguas ferias". Revista de Feria de Pozoblanco, 2015, pp. 85-89.

"De Historia, Arte y Patrimonio". El Celemín, 23 (2015), pp. 4-8.

"Nuestro museo, en una exposición sobre Carlomagno". El Celemín, 22 (2014), pp. 50-53.

"Los Pedroches en la Edad Media". Revista de Feria de Torrecampo, 2015, pp. 27-29.

"Córdoba, ciudad de plateros a través de las piezas del Museo PRASA Torrecampo". Revista de Feria de Torrecampo, 2014, pp. 28-29.




Además, he colocado enlaces a los artículos sobre Patrimonio Histórico de Los Pedroches que publiqué durante el año pasado en el semanario "La Comarca".