jueves, 7 de julio de 2016

La Plaza (II). Algunas opiniones

Infografías de tres posibilidades en la web municipal
Tras publicar la entrada anterior, dedicada a los proyectos de reforma o demolición del Mercado de Abastos de Pozoblanco, se ha generado un debate que no quería dejar perdido en el oculto abismo de los comentarios. Se me pide mi opinión sobre diferentes asuntos, de forma que he decidido intentar ordenar un poco lo que pienso sobre los proyectos puestos sobre la mesa en esta nueva entrada.

1. "Sin entrar en cuestiones políticas..."

Si no entramos en cuestiones políticas, no debatimos sobre el futuro de este espacio urbano. Porque debatir sobre el futuro de nuestro pueblo es, directa y llanamente, hacer política. Con todas sus letras.

2. ¿No sabes qué opinas sobre el derribo de la plaza?

Manolete, Manolete, si no sabes torear ¿"pa qué" te metes? viene a decirme un comentario anónimo. He intentado explicarlo, pero a ver si consigo dejarlo un poco más claro: desde el momento en el que se trata de un edificio protegido, en un pueblo donde ya nos lo hemos cargado todo... mi opinión inicial es que habría que conservar La Plaza. Pero sé que es necesario hacer un estudio en profundidad antes de tomar una decisión, y de ahí que, sin tener toda la información, prefiera no decantarme radicalmente por la solución final. Aunque sé que gente con bastante menos idea (no por inteligencia, sino por una simple cuestión profesional) opina alegremente en la encuesta municipal.

Pongo un ejemplo: comenta Juan Andrés Molinero en La Comarca que el arquitecto Rafael de la Hoz intervino en el diseño del edificio. Un dato interesante, sin duda. Porque no tenemos muchos edificios "firmados" en Pozoblanco, y porque estamos ante uno de los arquitectos modernos que más edificios tiene catalogados por su valor artístico. Formado en Madrid y en el prestigioso MIT norteamericano en los años 50 del siglo XX, Rafael de la Hoz tiene entre otros premios la Medalla de Oro de Arquitectura o el Premio Nacional de Arquitectura. En los años 70 fue Director General de Arquitectura, impulsando desde ese cargo la redacción de las primeras Normas Técnicas de la Construcción. Y en los años 80 presidió la Unión Internacional de Arquitectos. En principio, pienso que el mercado de Pozoblanco debió de ser una obra menor, de esas "alimenticias" (que dan de comer a su autor) proyectada en su estudio cordobés. Pero me gustaría contar con un estudio que avalara esta teoría porque ¿y si resulta que La Plaza tiene interés dentro de la obra de uno de los arquitectos internacionales más importantes del siglo XX?

Resumiendo: creo que no es oportuno el derribo, que se debe mantener la protección. Y además, que estamos ante un rectángulo con múltiples posibilidades de reordenación interna respetando su actual nivel de protección. Un espacio muy versátil, una "Plaza" cubierta, en lugar de al aire libre (¿de verdad que nadie ha pensado en esto?) Pero estoy dispuesto a dejarme convencer, siempre primero con los informes técnicos adecuados y después con argumentos de peso.

3. ¿Cambiar "La Plaza" por "una plaza" mejorará el futuro de Pozoblanco?

El comentarista anónimo está completamente seguro. Yo no. No creo que una plaza abierta, en el lugar donde está, facilite el desarrollo de la zona. Creo que el centro comercial de Pozoblanco hay que potenciarlo, para evitar que todo el desarrollo se vaya al extrarradio norte. Durante décadas hemos fallado en el diseño de futuro para el urbanismo de Pozoblanco, colocando todos los polos de atracción urbana en el norte. Y ha surtido efecto: el pueblo se va hacia el norte. Por eso creo que hay que actuar en toda la zona sur, la más degradada, empezando por la revitalización del centro. Si cambiamos el actual mercado por un edificio más moderno, podemos convertirlo en un centro de atracción comercial. Y empezar a recuperar el eje Mercado - Calle Real - Calle del Toro que conecta con el nuevo foco comercial del norte. Impidiendo la degradación del centro urbano.

Creo que si sustituimos la dedicación comercial de este espacio por... ¿una zona verde?, por una plaza abierta, habremos perdido la oportunidad de empezar a trabajar por el reequilibrio urbano. Perdida su condición comercial y con unos edificios envejecidos, con los problemas de circulación inherentes a un casco histórico pero sin las ventajas de tranquilidad, de belleza... ¿quién va a querer  vivir en este barrio? Creo que es algo que tendríamos que meditar, que debatir... Pero en cualquier caso me niego a admitir sin posibilidad de réplica que la apertura de una plaza abierta en La Plaza vaya a mejorar el centro urbano. No me lo creo.

4. ¿Y el aparcamiento?

El proyecto de derribo del Mercado acaba con su función comercial. Porque ese pequeño "testigo" no sería otra cosa que una concesión a desgana... sin ningún futuro. El comercio atrae al comercio, y dejar un reducido mercado no solucionará, sino que ahondará aún más el problema de falta de clientes del actual. Y, terminada su función comercial, contaremos por fin con un gran aparcamiento. Independientemente de la oportunidad o no de excavar rompiendo un gran bloque de granito para hacerlo posible ¿para qué queremos aparcar donde no hay nada que hacer? Me dicen que lo podremos aprovechar los vecinos. Bien, pagamos entre todos y a mí no me vendría mal tener aparcamiento frente a mi casa, así es que por intereses personales me voy a callar.

5. La necesidad de una reforma integral

Dice el comentarista anónimo: "Cualquier actuación urbanística funciona por vasos comunicantes y si se plantea actuar en una zona concreta, se debe estudiar su impacto no solo en dicha zona, sino también en aquellas conectadas". Y yo estoy totalmente de acuerdo. Aunque no veo ni rastro de esas actuaciones en el centro. En Córdoba, las peatonalizaciones en el centro comercial siguen avanzando. Tras las protestas generadas por las primeras, ahora nadie parece levantar la voz ante la peatonalización de Capitulares, de la zona del Ayuntamiento. Para entendernos, como si en Pozoblanco fuera peatonal la calle del Toro, ahora planteáramos peatonalizar la zona del Mercado para, finalmente, cerrar al tráfico el área del Ayuntamiento y calle Real. No me miréis con esa cara, que es lo que están terminando de hacer en Córdoba. Con un proyecto claro (ojo, y diseñado y ejecutado por gobiernos de muy distinto signo político).

Y no me vale decir que una vez decidido el modelo del Mercado pasaremos a ver su incidencia en el resto del pueblo. Porque yo creo que hay que actuar en el Mercado para conseguir una serie de mejoras en el conjunto del pueblo. El objetivo, para mí, no es el Mercado (ni el área comercial, ni la supuesta plaza), sino la revitalización del centro urbano y la recuperación de un eje histórico que comunicaba norte y sur. Y, pensando así, creo que esto es previo a cualquier discusión sobre las obras a realizar en La Plaza.

6. La conservación mal entendida del Patrimonio Histórico...

En todo el debate se puede observar una línea argumental clara por parte de "anónimo": el fin, que no es otro que la apertura de la plaza pública (ya he dicho que no coincido en esto tampoco), justifica los medios, aunque estos consistan en el derribo de un edificio protegido. El patrimonio no puede lastrar nuestro futuro... ¡Cuántas veces habré oído yo esto en Córdoba refiriéndose a los restos arqueológicos! Y dicho por los mismos que luego presumen compartiendo en facebook imágenes alucinantes de la Mezquita o de Medina Azahara. Ay, señor, señor.

En un comentario anterior, yo lanzaba una pregunta sobre esto: La teoría de que "no podemos parar el progreso" que se deduce de tus palabras ¿servía también para el Partenón? ¿O para ese puente romano de Córdoba que tanto ha estorbado? Y añadía después: Si existe un nivel de protección para un elemento del Patrimonio Histórico, hay que aplicar la normativa que afecta a ese nivel de protección, sin diferenciar si estamos ante un templo romano o una trinchera de la Guerra Civil. Lo contrario, valorar "lo antiguo" nos ha llevado a donde estamos, a un pueblo en el que tenemos poco que conservar, porque ya nos lo hemos cepillado todo. Con mal gusto, además, como puede demostrarse con un simple paseo por Pozoblanco.

7. Profesionales... en la barra de la taberna.

Lo que defendía en la anterior entrada era, por encima de todo, que el fin no justifica los medios, y que los profesionales del Patrimonio Histórico no deberían ser ninguneados cuando se trata de definir qué valores artísticos o históricos tiene un determinado elemento protegido. Pese a haberlo repetido varias veces, parece que no se quiere entender cuál es mi postura, y por eso la repito: si uno tiene una avería y llama a un fontanero, luego le paga y conserva una factura donde consta el nombre y el CIF de la empresa; si uno quiere un informe sobre la capacidad de su instalación eléctrica, llama a un instalador titulado, y luego le paga el informe que éste ha firmado con su nombre. Si uno quiere un informe sobre la estabilidad o capacidad de carga de una estructura, llama a un arquitecto que le firma (con su nombre, DNI y todos los datos necesarios) y, por supuesto, le paga. Y en la firma y el pago está implícita la garantía y la responsabilidad del firmante. Todo claro como el agua.

Ahora bien, si queremos saber si el edificio de "La Plaza" tiene unos valores históricos o artísticos que sean dignos de conservación... pedimos opiniones a historiadores, historiadores del arte (supongo que especialistas en "ordenación del territorio" o geografía urbana no se les habrá ocurrido) y luego aplicamos como veamos lo que nos han dicho de palabra. ¿No es raro esto? A esto me refiero cuando hablo de "arreglar el mundo en la barra del bar". Señores, esto no es que no valga, es que no es serio. Es una vergüenza que alguien pueda pensar que esto puede funcionar así. Lo que yo opino desde este blog no tiene ninguna validez. Porque si la tuviera, yo tendría que asumir mi responsabilidad. Y no firmaría estas opiniones sin haber estudiado con detalle qué lugar ocupa La Plaza entre los proyectos de Rafael de la Hoz, por ejemplo. Que los informes de los historiadores salen de horas de trabajo.

Y no es que no se encuentre a los profesionales adecuados para la redacción de esos informes. Es que no se buscan. Se me ocurre, para ello, que se puede acudir al Colegio Oficial, y pedir información sobre aquellos colegiados que estén de alta en Actividades Económicas con el código correspondiente a "Actividades de museos y conservación de lugares y edificios históricos". Y revisar también las empresas que ofrecen estos servicios. O recurrir a la Universidad: la UCO ofrece un máster con el título de "Gestión del Patrimonio Histórico desde el Municipio" que, digo yo, igual tiene algo que ver con problemas como éste...  Además de contar con Departamentos de Historia del Arte o de "Geografía y ciencias del Territorio". Que os aseguro que también en estas profesiones hay gentes a las que les gustaría asegurarse sus tres comidas al día.

8. Los procedimientos y los tiempos.

Repito lo dicho antes:

¿Se puede plantear tirar "La Plaza" para hacer "una plaza"? Por supuesto que se puede plantear (ahí estoy de acuerdo contigo, hay que estudiar todas las opciones antes de decidir). Pero requeriría hacerlo de forma correcta, siguiendo los pasos adecuados:
1. Estudiar si es posible y conveniente levantar la protección del edificio. No por encuesta, sino con técnicos competentes y tomando las decisiones por los organismos y según los procedimientos legalmente establecidos.
2. Una vez levantada la protección (en caso de que así sea), se pregunta a la ciudadanía si quieren tirar el edificio o reformarlo.

Luego añadía que, en cualquier caso, no es algo que pueda hacerse en poco tiempo, que no tendríamos resultados en esta legislatura de prosperar la idea de derribar el edificio. Y no es una opinión política. Es que, según tengo entendido, la eliminación del nivel de protección requiere los mismos mecanismos y procedimientos que conllevó su aprobación (PGOU). O sea, informes de diferentes instituciones, plazos y estudios... Varios años.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

(I)

"El oscuros abismo de los comentarios" o la oportunidad de escuchar una opinión diferente. Como ves, una misma realidad se puede contar de formas distintas.


1. De acuerdo.


2. Juan Andrés, comenta en la Comarca que el proyecto "se realiza bajo las directrices" de Rafael de la Hoz. No que firmara el proyecto. De hecho, conociendo la trayectoria del arquitecto cordobés, cuesta creer que pudiera firmarlo. En primer lugar porque no se trata de una arquitectura que cumpla con las premisas del movimiento moderno. En segundo lugar, porque la calidad arquitectónica de la misma, brilla por su ausencia. Además, en un tiempo cercano a la construcción de un edificio brillante como la Cámara de Comercio, me cuesta muchísimo creer que pudiera firma esta obra. Viendo además después el tipo de estructura que diseñó para el Mercado de Abastos de Cabra, más aun.
Y si así fue, pues lo lamento. Moneo también tiene obras que no pasaría nada si se perdieran. Porque se trata de un edificio que destina más esfuerzos a ornamentar la fachada que a disponer de manera eficiente los puestos de uso interiores. Vamos, que no es un edificio que presente el más mínimo atisbo de "arquitectura moderna española del siglo XX". Más bien lo podríamos definir dentro del regionalismo o historicismo que tanta fuerza tomó tras la exposición iberoamericana de 1929 de Sevilla.


Anónimo dijo...

(II)

En cualquier caso, habría que asegurar que esté firmado por Rafael de La Hoz, porque de entrada, en las biografías que he podido consultar del autor no aparece. En segundo lugar y si así fuera, no sería garantía suficiente para proteger el edificio. Rafael de la Hoz fue un arquitecto español que siguió los preceptos del movimiento moderno. Todos sus edificios catalogados son MODERNOS y BRILLANTES, no como en el caso que nos ocupa.


3. Afortunadamente no te dedicas al urbanismo y se nota. Yerras de lleno en tu exposición.
Una plaza en un entramado urbano antiguo es uno de los elementos fundamental tanto en su génesis como en su desarrollo. Se trata de un elemento clave en cualquier tipología urbana. Sin nos centramos en la ciudad histórica europea. Cualquier pueblo o ciudad con trazados urbanos angostos y estrechos, introduce de manera sistemática plazas en su interior. Se trata de un ejercicio necesario que garantiza el funcionamiento de la ciudad. Es el único fenómeno urbano que por sí mismo tiene la capacidad de regenerar el entramado en el que se integra.
Si crees que no es así, te invito a pasear por Bi Ramblas en Granada, Plaza Nueva en Sevilla o La Constitución en Málaga.

En este caso, no solo se plantea una plaza, a la misma se incluye un edificio de actividad claramente comercial. Es decir, a la plaza se le introduce un elemento de carácter económico que no sustituye el actual, lo mejora con creces.

Ya he apuntado en otros comentarios el peligroso desequilibrio que existe entre el norte de la localidad y el centro de la misma. No hay que ser muy avezados para constatarlo. "Curiosamente", se trata de un fenómeno urbano que se ha producido en todas las ciudades españolas que vieron la necesidad de "ensanchar" la ciudad alrededor de sus cascos antiguos. Si queremos entender los beneficios de la construcción de la plaza, solo hay que tratar de ver como han actuado en otras ciudades en condiciones similares. La plaza por si misma tendría, la capacidad de equilibrar la situación que vivimos en la actualidad.

Te empeñas con el tema de la calle el Toro. Y es curioso, porque en su momento preguntasteis al pueblo pero no quisisteis escuchar la voz de ningún profesional urbanista independiente. Una calle peatonal, por sí misma no consigue nada. Una calle peatonal, tiene sentido cuando es capaz de articular y conectar otras zonas peatonales de diferente índole: por ejemplo plazas, parques, jardines... El planteamiento que realizásteis estaba abocado al fracaso desde el principio. Tampoco existió ningún informe profesional firmado que lo avalara.

Para poder actuar en el casco histórico, es necesario construir un espacio con calidad urbana que tenga la capacidad de catalizar las relaciones a distintos niveles que allí se producen. Nuestro centro urbano, pide a gritos una plaza. Y si no lo quieres ver, no lo hagas, pero no trates de justificarlo porque te cargas de golpe la historia urbanística de los últimos 70 años en España.

Anónimo dijo...

(III)


4. El aparcamiento es un tema curioso. En ambos proyectos hay que meter aparcamiento. Sí, en los dos. Porque según nuestras normas subsidiarias, tenemos que incluir una plaza de aparcamiento cada 100 m2 de construcción. Es decir, que para poder aprobar el proyecto de reforma del mercado de abastos actual, el proyecto tiene que contar con un sótano para 150 vehículos. Sí, 150. Así lo dictan nuestras normas. Te invito a que lo consultes.
Siguiendo con eso, explícame como construyes un parquin para 150 vehículos debajo del edificio actual, sin tocar ni un ápice de la estructura existente. Haciéndolo compatible con la conservación del edificio, que según vosotros, es el fin último de la operación. Exacto, gastando mucho, mucho, mucho dinero. Se trata de una obra de ingeniería muy compleja que difícilmente podemos justificar en este caso o incluso pagar. Lo que ocurre, es que de ese tema no interesa hablar.

Cuando comentas lo del pequeño testigo comercial, puesto a desgana, te vuelves a equivocar. Porque un edificio de 1300 m2 construidos, en dos plantas es prácticamente lo que tenemos ahora. Ahora bien, podría ser un edificio optimizado a su función y resuelto de acuerdo a las necesidad básicas que plantea el servicio en la actualidad.


5. Estamos de acuerdo. Y el proyecto que se realice no se puede conformar con plantear una regeneración en la plaza. Tiene que estudiar su impacto en una zona más amplia del casco y probablemente, el conjunto de la localidad.
Pero hombre, es que aun no ha hecho ningún proyecto. Es que habrá que hacer un concurso al respecto y habrá que definirlo claramente en el pliego. Pero vayamos por partes.

Curiosamente, otra obra de impacto urbano local realizada recientemente, la remodelación de la Avenida Villanueva de Córdoba, se hizo sin medir su impacto no ya en el conjunto de la localidad, sino en las calles aledañas. El resultado habla por sí solo.


6. Creo que al igual que yo, entiendes que no podemos comparar el Partenón con el mercado. Si el mercado estuviera en otro lugar o el contexto urbano fuera diferente al actual, mi postura sobre la actuación a realizar cambiaría. El análisis urbanístico de nuestro casco urbano muestra la necesidad de construir una plaza. Y en mi caso, prefiero una plaza en este lugar antes que este edificio concreto. Se trata, de tratar de valorar los elementos con que contamos en su justa medida: nuestro pueblo, el mercado actual y una posible plaza en su lugar.

A mi también me revienta la destrucción de nuestro patrimonio, pero es que también se da la circunstancia de que tenemos la oportunidad de mejorar nuestro patrimonio con la construcción de un plaza pública.
No es una decisión fácil, pero pasarse un día en semana a utilizar el edificio actual, ayuda a decidirse.

Tristemente, se trata de un edificio al que se le ha pasado su tiempo. Y no tiene mucho más que ofrecer que el recuerdo de un pasado mejor. La rehabilitación brillante de un arquitecto estrella solo garantiza una inversión económica difícilmente asumible por nuestro pueblo.


Anónimo dijo...

(IV)

7. En este pueblo, nunca se ha escuchado a los profesionales. No te eches las manos a la cabeza, porque siempre ha sido así. Lo más gracioso de todo, es que cuando se ha buscado fuera a profesionales reputados, se ha topado con auténticos caraduras. Un ejemplo rápido, las nefastas normas subsidiarias que tenemos. Hay más, pero mejor dejamos el tema aquí.


8. El procedimiento para la segunda opción es un modificación puntual de las normas subsidiarias. Se puede hacer perfectamente en 6 meses. No sería la primera vez, por poner un par de ejemplos rápido, la alineación o la reciente modificacón del plan parcial (de igual tramitación que la que se plantea). Otra cosa, es que a ciertos estamentos municipales, les interese que así sea.

En el desarrollo del proyecto de reforma, también se plantean problemas de índole normativa. Y no pocos. El cumplimiento de algunos artículos de la norma, es materialmente imposible. Pero además, tenemos todos aquellos que garantizan el servicio del edificio en un contexto contemporáneo: accesibilidad o código técnico por ejemplo. ¿Qué pasa con eso, cómo se resuelve?. O si lo prefieres, en estos asuntos miramos para otro lado como se ha hecho en otras ocasiones.



Saludos desde las profundidades del abismo.

Juan B. Carpio dijo...

1. Me alegro de la coincidencia.
2. Eso mismo supongo yo. De hecho, cuesta creer hasta que fuera realizado "bajo las directrices". Pero sólo supongo... por eso me gustaría contar con un análisis más serio sobre el tema.
3. Estamos de acuerdo en que el asunto requiere un estudio de conjunto sobre el futuro que queremos para el urbanismo tarugo, me parece entender. Dices que una calle peatonal, por sí sola, no consigue absolutamente nada. Y estoy totalmente de acuerdo contigo. Yo digo que una plaza abierta (¿tiene que ser abierta, al aire libre?) por sí sola, no consigue absolutamente nada. Y tú te empeñas en decir que sí. Que la plaza es la panacea. Y por eso dices que no tengo ni idea de urbanismo y se me nota... No sólo no estoy nada de acuerdo contigo; es que ni siquiera te entiendo muy bien.
En cuanto al edificio proyectado (perdón; ideado, supongo, porque esto que se presenta no es un proyecto), mi idea es clara: el modelo de comercio actualmente existente en la Plaza está anticuado, y es un fracaso; si planteamos un modelo igual pero reducido (o no mucho, o yo qué sé, porque como esto no es un proyecto...) no vamos a conseguir relanzarlo como espacio comercial. Hoy el comercio requiere otras cosas.
Por cierto, la influencia de las actividades económicas en la evolución urbana está estudiada desde hace décadas... aunque a veces en este pueblo nuestro dé la impresión de que nadie se cree que el comercio o la ausencia de comercio tiene una incidencia clara en la evolución del espacio urbano.

Juan B. Carpio dijo...

4-5... Lo que yo defiendo es que cualquier proyecto, cualquier idea, debe partir de un objetivo. Si el objetivo es redirigir la evolución urbana del pueblo, esta idea debe estar antes que la construcción de una plaza o la peatonalización de una calle, por ejemplo. El caso de la Avenida Villanueva de Córdoba... Bueno, pues a mí es un proyecto que no me gusta. En cualquier caso, creo que tampoco ha modificado la estructura de la vía, y que la actuación ha sido poco más que un "lavado de cara". No me gusta el resultado en la propia avenida, así es que sobre su incidencia en el entorno... Lo que se plantea ahora como posibilidad en La Plaza es una actuación muchísimo más radical, incomparable con lo de la Avenida. Porque aquí se plantea cambiar radicalmente estructura y usos del espacio. No es comparable.
6. No se puede comparar el Partenón con el Mercado... ¿dónde lo pone? Eso precisamente es lo que ha motivado mi primera entrada. Suponer, sin aval alguno, que la protección dada a La Plaza fue un error. Alguien y por algo lo haría ¿no? Dejo abierta la posibilidad de que fuera un error, pero alguien tendrá que hacer un estudio para que veamos que no tiene valores patrimoniales dignos de ser conservados en su integridad ¿no? Pues no. Ese estudio jamás se hará. Y si es preceptivo para salvar escollos reglamentarios, lo hará aprisa y corriendo el arquitecto al que se adjudique el concurso; llamando a un par de amigos pero sin informe técnico alguno, sin que ningún historiador o historiador del arte firme y cobre un informe, para que podamos exigirle responsabilidad. Y te repito: quien tiraba la antigua casa con gran dintel de granito para hacer un pisito no tenía conciencia de estar destruyendo nuestro patrimonio histórico. Simplemente estaba mejorando el pueblo.

El edificio de La Plaza está muy mal... Efectivamente. Pero es un rectángulo en cuyo interior no hace falta ser "arquitecto estrella" para hacer un proyecto innovador que dé vida a un espacio público multifuncional... Pues yo creo que también, la verdad. Y no creo que sea necesario saltarse a la torera muchas normas (salvo quizá la obligatoriedad de creación de plazas de aparcamiento que, por cierto, no es tan obligatoria si hablamos de un edificio singular y protegido).

Juan B. Carpio dijo...

5. Planteas eliminar el edificio de "La Plaza" para dejar un espacio público abierto, una plaza. Cuando se convoque el concurso de ideas, se pedirá a los arquitectos que encajen esa realidad preconcebida (crear una plaza abierta donde ahora está La Plaza) y ver la incidencia en el entorno, las nuevas relaciones urbanas...

Mi idea es: convoca un concurso de ideas que tenga por objeto revitalizar el centro urbano contando con el espacio de La Plaza como punto fundamental de reforma. Si quieres que sea posible su derribo, antes de la convocatoria, justifica con informes y tramita la supresión de la protección del edificio.

Y si se quiere buscar luego la participación de la ciudadanía, se puede hacer una exposición pública de los proyectos finales, explicados... y recabar opiniones.

Supongo que no hay que explicar la diferencia entre dos posturas que no es que sean diferentes, es que son antagónicas.