jueves, 16 de enero de 2014

Dehesa boyal



Esta mañana, cuando iba para el trabajo, he oído en la radio una expresión que me ha llamado la atención. Refiriéndose a Pozoblanco, un directivo de una empresa nacional nombraba, en un tema que no viene al caso, el polígono industrial de la Dehesa de Boyal. Y me he dado cuenta de que en estas tierras todos estamos acostumbrados a oir hablar de la "dehesa boyal", pero no sé si todos sabemos de dónde viene este nombre. Y me he decidido a publicar aquí unas pequeñas notas sobre el tema.

1. Dehesas.

Aunque hoy estamos habituados a relacionar este término con un tipo concreto de paisaje, en su origen fue un concepto puramente jurídico. Etimológicamente "dehesa" (defesa en la documentación bajomedieval) deriva del verbo "defender", en una acepción perdida en castellano pero que se conserva, por ejemplo, en francés: prohibir. Una dehesa es, así, un terreno delimitado en el que está prohibida la entrada de ganados ajenos. Si es propiedad de un concejo, no podrán entrar en ella ganados pertenecientes a quienes no son vecinos de la población; si es de un particular, sólo podrán entrar sus propios ganados.

2. Paisajes adehesados.

Sin embargo, con el tiempo el término "dehesa" pasó a definir un paisaje, mediante un proceso que no es complicado de entender. Para conseguir mejores pastos, los antiguos ganaderos procedían a aclarar el monte. Limpiaban matas, arbustos, etc. y conservaban un número suficiente de encinas, entre las que resultaba fácil el tránsito del ganado. Las dehesas -jurídiccamente- dieron así lugar a la aparición de un paisaje característico, fruto de la alteración por el hombre del medio natural. Con la pérdida de la función original de las tierras y dehesas comunales, hemos ido olvidando el significado jurídico para quedarnos únicamente con el paisajístico.

3. Dehesas y tierras comunales.

Quizá porque en Los Pedroches sabemos todos que los términos municipales no han estado delimitados hasta tiempos recientes, y que la práctica totalidad del territorio era una gran dehesa (La Jara, Ruices y Navas del Emperador), a veces cuando oímos hablar de antiguas dehesas tendemos a pensar que este término es un sinónimo de "bienes comunales". Y no es así, porque no todas las dehesas fueron comunales. Los señores y los grandes propietarios también tuvieron sus tierras adehesadas, es decir, jurídicamente protegidas para impedir la entrada de ganados ajenos. [Sobre la dehesa de la Jara he escrito en varias ocasiones, por ejemplo aquí]

4. Sistemas de aprovechamiento.

¿Cuál era el sistema de aprovechamiento de las dehesas concejiles -municipales-? En general, y resumiendo mucho un tema bastante complejo, podemos diferenciar entre dos formas de aprovechamiento de las tierras concejiles: los llamados bienes "de propios" son gestionados directamente por la institución, que puede decidir si permite la entrada libre de todos los ganados de los vecinos del concejo o establece un sistema diferente, por ejemplo el pago de un canon por parte del propietario de los ganados por cada animal llevado a pastar. También existen otros bienes concejiles catalogados como "de común aprovechamiento". En este caso no se permitiría la segunda opción, sino que el aprovechamiento debía quedar libre para todo aquel que cumpla con las condiciones generales de vecindad.

5. El caso del aprovechamiento de la Dehesa de la Jara.

La Dehesa de la Jara pertenecía, legalmente, a "los propios" de la ciudad de Córdoba. En algunas ocasiones, durante los siglos XIV y XV, surgieron conflictos entre los vecinos de Pedroche y los señoríos comarcanos al entender éstos que se trataba de bienes "de común aprovechamiento". Los señores, como vecinos de la ciudad de Córdoba y su tierra, tendrían derecho a llevar a pastar a La Jara cuantos ganados quisesen. Sin embargo, aunque propiedad cordobesa, de hecho eran los concejos de la comarca (sólo el de Pedroche tras la señoriazación de Gahete - Belalcázar en 1444) quienes definian el sistema de aprovechamiento.

A partir de la independencia de varias aldeas de Pedroche, la gestión de los aprovechamientos se decidía en reuniones mancomunadas, habitualmente celebradas en la ermita de Piedrasantas de Pedroche. Los acuerdos no siempre eran fáciles, y son frecuentes las disputas, por ejemplo entre los concejos de Pozoblanco y Villanueva de Córdoba, partidarios los primeros de cobrar a los ganados que pasten en la dehesa y los segundos de permitir el libre aprovechamiento. Un claro reflejo de cómo el concejo de Villanueva estaba dominado por propietarios de ganado mientras que la riqueza en Pozoblanco procedía de otros sectores. Y un enfrentamiento que, de forma en ocasiones algo folclórica, se trasladará a la rivalidad en torno a la Virgen de Luna (también hablé de ello, aquí y aquí).
 
6. La dehesa boyal.

Pero no sólo de carne vive el hombre, y villas y aldeas necesitaban rodearse de huertas y zonas cerealísticas que garantizaran el abastecimiento de la población. Para labrar estos campos se utilizaban mulos pero, sobre todo, bueyes. Unos animales que necesitaban pastos, pero en lugar más controlado y cercano tanto a la población como a la zona de trabajos agrícolas. De ahí que toda población, desde la más pequeña aldea, contara con una porción de tierras bien delimitadas y destinadas única y exclusivamente a alimentar al ganado de labor utilizado por los agricultores. En ella podían entrar libremente los animales empleados por los vecinos de la villa o aldea en cuestión,.y ninguno más. Ni animales de forasteros ni ganado que no tuviera como única función la de labrar los campos. Y este terreno, cuya función era claramente conocida por todos y en el que solían abundar los bueyes, es lo que se llamaba por esta razón dehesa boyal.


3 comentarios:

LOLA dijo...

Es un placer leer los articulos que expones en tu blogg.Me resultan muy interesantes.Gracias

Paco Muñoz dijo...

Interesante descripción del término dehesa, y no menos la descripción de la zona notablemente "adehesada" del valle. Todos los días se aprende.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Suscribo lo dicho por Lola y Paco,un artículo muy instructivo.