miércoles, 12 de octubre de 2016

Inglaterra es diferente - 2. Money for nothing


Brodsworth Hall coronado por la bandera del English Heritage.
Por supuesto, hace falta dinero para conservar y poner los elementos del Patrimonio Histórico al servicio de la sociedad. Pero no tanto dinero como a veces podemos pensar. Quizá porque en Inglaterra pervive una cierta idea romántica de las ruinas, pero la visita a los múltiples espacios acogidos al English Heritage me deja con la sensación de que son conscientes de la inutilidad de pretender devolver todo su esplendor a los antiguos edificios.

Chesters Roman Fort
Lo que sí me ha parecido es que se pone un especial cuidado en la conservación de los restos originales, y también en hacer posible que el público disfrute de la mejor manera posible de ellos. Al igual que comentaba en la entrada anterior para el caso de las actividades didácticas para niños, sencillas y originales ideas pueden sustituir a las costosas restituciones en 3D. En el caso de la foto, un baratísimo y sostenible sistema (sin mantenimiento, prácticamente sin necesidad de reparaciones) nos permite hacernos una idea de cómo esos restos de cimentación que tenemos en frente corresponden a la base de una puerta fortificada en el recinto de Chesters Roman Fort, uno de los campamentos encastillados que jalonaban el Muro de Adriano.

Después de unas cuantas decenas de sitios históricos o arqueológicos visitados, sólo puedo explicar la diferencia entre lo que he visto en Inglaterra con lo que habitualmente hacemos en España con una comparación: nosotros parece que necesitamos construir un gran "centro de visitantes" para "poner en valor" cualquier yacimiento arqueológico, cualquier edificio histórico, cualquier ruina. Aunque los viejos muros (lo que realmente deberíamos proteger y conservar) se nos caigan a pedazos, las más modernas tecnologías tendrán cobijo en un edificio diferente, a veces incluso estrambótico. Un edificio que, la mayoría de las veces, no sólo ha supuesto una inversión millonaria, sino que incrementa de manera espectacular los gastos de mantenimiento del conjunto hasta hacerlo insostenible, provocando en muchas ocasiones que ni siquiera se pueda abrir al público con un horario estable. ¿A que sabéis a qué centro en concreto me refiero? Pues sí y no. Porque si leéis desde Los Pedroches, conforme avanzábais habréis ido pensando en un lugar; si lo hacéis desde Córdoba, estaréis pensando en otro; si estáis en tierras segovianas en otro... No me refiero a ninguno en concreto, sino a todos en general. Porque este problema está completamente generalizado en la mayor parte de nuestro país, y ejemplos hay, por desgracia, a montones.

Clifford's Tower, York. A la derecha, caseta metálica para servicios: información, tienda, etc.
Mientras, en Inglaterra no resulta nada extraño que las zonas de servicios (cafetería, tienda, aseos, etc.) nos ofrezcan una imagen realmente pobre, reduciéndose no pocas veces a simples casetas metálicas, mientras se cuida la conservación de los bienes patrimoniales y de un entorno -casi siempre ajardinado, que en eso tienen suerte con el clima- que es lo que realmente el visitante quiere disfrutar. En la imagen se muestra la zona de servicios al público de Clifford's Tower, en York. Que no es, ni mucho menos, lo "peor" que hemos visto. Más bien al contrario. Y creo que debemos reconocer que aquí, en España, ya estaríamos protestando si en un espacio patrimonial de esa importancia tuviéramos que soportar durante años la "provisionalidad" de una estructura de este tipo. Lo que me lleva a dejar en el aire una duda: ¿Y si nos estuviéramos equivocando?

Porque mi sensación (seguimos hablando de sensaciones, os recuerdo que esto no es un estudio científico) es que quizá estemos equivocándonos desde el principio. Porque me da la impresión de que en Inglaterra se gasta de otra forma, con el claro objetivo de conservar lo mejor posible el mayor número posible de centros patrimoniales, y de ponerlos al servicio del público. Poner el patrimonio al servicio del ciudadano, en lugar de inventarse un millonario centro para atraer turismo.

Hablando de rentabilidad social del Patrimonio Histórico, en un debate que hicimos en Torrecampo hace unos años, alguien del público me puso un ejemplo que me parece muy clarificador: "eso es como si en un equipo de fútbol, desde presidencia se fija como objetivo principal el de vender camisetas en lugar de priorizar el proyecto deportivo; el primer año venderán muchas, pero a medio plazo el equipo no va a funcionar, los resultados no acompañarán y, por mucha publicidad que se quiera hacer, las camisetas no saldrán de la caja". Pues eso. Que quizá en Inglaterra estén acostumbrados a diseñar proyectos con objetivos culturales mientras nosotros... demasiadas veces vendemos camisetas.

Dicen que había restos de un puente romano. No lo encontramos pero... mereció la pena el paseo.

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