sábado, 15 de octubre de 2016

Inglaterra es diferente - 3. Patrimonio, euros, libras.

Tate Modern (Londres): recogida de donativos en un museo gratuito.

Si en la anterior entrada me refería a la racionalización del gasto como una necesidad en nuestra política de economía patrimonial, ahora quiero hablar de la segunda parte de la ecuación: los ingresos. Dicho de otro modo ¿quién corre con los gastos que supone la conservación y puesta al servicio de la sociedad del Patrimonio Histórico? En este tema, las diferencias entre el modelo británico y el español son todavía más evidentes.

Ya he comentado en las entradas anteriores cómo me da la sensación de que el público inglés se siente más cercano a su Patrimonio Histórico que el español. Y eso se nota también cuando llega la hora de rascarse la cartera. Mientras nosotros esperamos tranquilamente que el Estado, la Comunidad Autónoma, el Ayuntamiento o una Fundación corran con todos los gastos, los ingleses también están acostumbrados a participar a la hora de pagar. Y no nos equivoquemos: no se trata de criticar a "papá Estado". Mirad si estarán acostumbrados en el Reino Unido a apoyar desde las instituciones públicas la oferta cultural que la mayoría de los grandes museos tienen entrada gratuita.

Lo que ocurre es que los ingleses van más allá, siendo conscientes de que, aunque el Estado va a correr con los gastos de funcionamiento, las instituciones culturales pueden recabar ingresos extras que les permitirán ampliar su oferta cultural. La Tate Modern funciona con presupuesto público; pero si todos ponemos esas 4 libras que nos piden en la entrada, no sólo nos aseguraremos de que el museo pueda mantenerse abierto con entrada gratuita para aquellos que no puedan pagarla, sino que el centro podrá programar más exposiciones, editar más catálogos, ofertar más actividades didácticas. Y creo que el público británico tiene perfectamente asumido que esa es su responsabilidad. Y en un alto porcentaje, colabora con esas 4 libras.

La participación ciudadana en la generación de ingresos, en esta especie de "micromecenazgo", se refleja también en la pertenencia a asociaciones. Hay asociaciones relacionadas con los castillos, con jardines y palacios... aunque la más significativa me parece el English Heritage, de la que ya he hablado en las entradas anteriores. Como turistas, esta organización nos permite adquirir tickets conjuntos para diferentes espacios, con un interesante ahorro. Como británicos o residentes, muchas personas apoyan la conservación y difusión de su Patrimonio Histórico haciéndose socios -aportando así su apoyo económico-, convirtiéndose en público fiel que repite su visita y, en ocasiones, colaborando también como voluntarios en los espacios gestionados por esta entidad.

Cuando uno comprueba cómo sus amigos británicos son socios de una entidad dedicada a la gestión de espacios patrimoniales o naturales, piensa que a los gestores del Patrimonio en Inglaterra les ha tocado la lotería. Pero no. Resulta que es verdad que en Gran Bretaña, al Patrimonio Histórico le toca la lotería todas las semanas.

The National Lottery restaura el Patrimonio Histórico. Buxton. Inglaterra.

Parte de los beneficios obtenidos por la Lotería Nacional británica revierten a la sociedad en forma de apoyo directo a la cultura y al Patrimonio Histórico. Y, si hasta ahora he dicho que en cuestiones de gestión de Patrimonio Inglaterra es diferente, en muchos casos mejor, ahora prefiero callarme los calificativos, porque en el caso de las loterías no es que los británicos nos saquen ventaja, es que nos sacan los colores. Vamos a ver dónde van a parar los beneficios de loterías en Reino Unido y en España, aunque os puedo avanzar que sorprende tanto lo cuidado que está el Patrimonio Histórico inglés como el elevado nivel económico de la Liga de Fútbol Profesional en España. Y no es casualidad.

No me ha resultado nada fácil encontrar datos sobre el "reparto de beneficios" de Loterías y Apuestas del Estado. Y, sinceramente, viendo lo que he visto no me extraña: si yo tuviera que explicarlo me daría vergüenza. No sé si mi información estará totalmente actualizada, ya que lo mejor que he encontrado para ver cómo hacen el reparto ha sido un Real Decreto de hace 25 años (RD 419/1991). Tampoco si las cifras actualizadas, correspondientes a 2014, están correctamente tomadas, ya que el único lugar donde las he encontrado ha sido en el pdf de los Presupuestos Generales del Estado de 2015. Un poco escondidos los datos, pienso yo, en un país en el que hay tantos presumiendo de transparencia (¿no será "tramparencia"?). Desde 1991, la recaudación íntegra de las loterías se reparte del siguiente modo:

  • 55 % para premios.
  • 10'98  % para las Diputaciones Provinciales.
  • 10 % para la Liga de Fútbol Profesional.
  • 1 % para el Consejo Superior del Deportes, que lo dedicará a otras categorías de fútbol.
  • El resto, deducidos los gastos, para el Tesoro Público.

Aunque no sé si los datos son totalmente correctos (muy escondidos que los tienen...), en 2014 creo que los ingresos globales fueron de algo más de 8.447 millones de euros; con lo que la Liga de Fútbol Profesional, principal beneficiaria de nuestra lotería, se habría embolsado casi 850 millones de euros. Sin embargo, no encuentro ninguna referencia a estas importantes cifras en el informe económico del fútbol profesional español. Que no digo yo que las cifras no estén bien, pero claras y accesibles... me parece que no. En cualquier caso, 850 millones de euros no es mala cantidad, teniendo en cuenta que la LFP es una entidad privada, una asociación formada por diferentes Sociedades Anónimas Deportivas (los multimillonarios clubes de fútbol), y a pesar de eso se lleva los beneficios de una entidad pública como es Loterías...  Supongo que lo mejor es que a nadie se le ocurrirá volver a decir que hay que privatizar Loterías, una vez que queda claro que ya se privatizan directamente sus beneficios. Tanto en la web como en su publicidad televisiva, Loterías destaca la colaboración publicitaria del organismo público con la cultura y el deporte. Para tapar vergüenzas, supongo. Porque es una verdadera vergüenza que nuestra lotería no tenga un fin social, cultural o deportivo, sino que únicamente beneficie a los más grandes del fútbol. No tengo otro calificativo: vergonzoso.

En todos sitios cuecen habas, me puede decir alguien. Pues parece que no en Inglaterra, o al menos no las cuecen como nosotros. Al buscar la información, lo primero que sorprende es lo rápido que, a través de la web del organismo público británico, se accede a la información sobre el destino del dinero de loterías. Y con gran facilidad se accede también a la información contable, desglosada para hacerla fácilmente entendible por cualquiera. Todos los datos a un clic, en un verdadero ejercicio de transparencia que contrasta con nuestra "tramparencia". Así, podemos ver cómo en el año que cerró el pasado 31 de marzo de 2016 destinaron a proyectos más de 1.900 millones de libras. Un dinero que es posible seguir proyecto a proyecto y pueblo a pueblo a través de la misma página web. Y, por supuesto, sus fórmulas de reparto de los beneficios, que también aparecen claramente expresadas en su web, son muy diferentes a las españolas:
  • 40% para proyectos sociosanitarios.
  • 20% para deporte.
  • 20% para artes.
  • 20 % para Patrimonio. 

Las cuentas claras. En España... chocolate.

Un reparto que parece claro, lógico, que da envidia. Mucha envidia. Como también lo da el hecho de que, según estos datos, destinaron 380 millones de libras a proyectos relacionados con el Patrimonio Histórico. No es que Inglaterra sea diferente; es que a veces debería darnos vergüenza. Aunque sólo fuera algunas veces.


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