Al hilo de la emisión del reportaje de RTVE y de la anterior entrada de este blog, Antonio Merino rescata en Solienses un magnífico artículo que publicó en el diario Córdoba en el ya lejano 1988 cuya lectura recomiendo. Muy poco tiempo antes habían entrado en vigor dos normas entonces novedosas: la Ley de Patrimonio Histórico Español (1985) y la Ley de Museos de Andalucía (1984) -esta última recientemente sustituida- lo que da aún más valor a las acertadas palabras de Antonio.
Por desgracia, poco ha cambiado en más de dos décadas. Aunque entre los cambios positivos hay que señalar el fortalecimiento de la red de museos locales, a la que hace poco aludí en una entrada, y el control de las compraventas fraudulentas de objetos arqueológicos que, si bien no ha logrado detener los expolios, al menos ha frenado la entonces previsible multiplicación de expoliadores.
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