jueves, 20 de octubre de 2011

JAS

Notas de Juan A. Souto sobre piezas del Museo PRASA Torrecampo

Nunca pensé que llegaría a costarme tanto trabajo escribir una entrada en el blog.

Como un mazazo recibí ayer la noticia del fallecimiento, el pasado lunes, de Juan Antonio Souto Lasala (diciembre 1959 - octubre 2011). Profesor Titular del Departamento de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Complutense de Madrid, Souto era posiblemente, como señalé el pasado mes de enero en un comentario a una entrada anterior, "el mejor epigrafista árabe europeo". De ello dan fe multitud de publicaciones científicas (pueden verse algunas de ellas en dialnet), y las constantes citas a sus obras en cualquier trabajo referido no sólo a epigrafía, sino a casi cualquier cuestión relacionada con la historia de al-Andalus. Pero además, su carácter abierto y afable, su conversación amena y su capacidad didáctica le llevaron a ser un magnífico divulgador de nuestra historia. Su pequeño libro La Mezquita Aljama de Córdoba (Zaragoza, Instituto de Estudios Islámicos y del Oriente Próximo, 2009) es, para mí, lo más recomendable para conocer de verdad este monumento universal.

Souto, en Pedroche. Foto: Pedroche en la red.
Nacido en Caracas, este aragonés profesor madrileño se había convertido en cordobés por vocación. Yo lo conocí hace ya bastantes años, cuando él estudiaba las inscripciones conmemorativas andalusíes del Museo Arqueológico de Córdoba. Coincidimos más adelante en la organización del Congreso Internacional "Almanzor y su época" (2002) y desde entonces hemos tenido contactos frecuentes. Unos contactos que se intensificaron cuando me hice cargo de la dirección del Museo PRASA Torrecampo. Siempre trabajador y siempre curioso, Juan Antonio Souto no dudó en acercarse a Torrecampo para ayudarme a catalogar las piezas con inscripciones árabes de nuestra colección. Y volvió ilusionado, como siempre, para estudiar una lápida funeraria del siglo XI aparecida en el Parque del Salvador de Pedroche, realizando un estudio riguroso que fue el detonante para que Pedro de la Fuente, desde el Ayuntamiento de esta localidad, organizara las I Jornadas de Historia Local de Pedroche en 2009.

Pero, más allá de su capacidad científica, quienes le conocimos echaremos de menos a una persona que se hacía querer. Tuve el honor de que me mencionara entre sus colegas y amigos cordobeses en el prólogo de La Mezquita Aljama de Córdoba. Pero sobre todo tuve el honor de conocerle y tratarle. Y de contar de vez en cuanto con esos correos de saludo personal que terminaba casi siempre con la misma fórmula: "Salud y República. JAS".

Hasta siempre, compañero. S.T.T.L.

8 comentarios:

Paco Muñoz dijo...

No sabes cuánto siento esta entrada tuya, y me uno a tu pesar. Estuve en la presentación de ese último libro suyo que citas, La Mezquita Aljama de Córdoba , me lo dedicó y lo cité en mi blog.
Cuando uno hace años, y lamentablemente cada vez se suceden estos más rápidamente, esas cosas ocurren, pero siempre te sorprende porque creo que el profesor era aún joven, teniendo en cuenta la llamada esperanza de vida estadística, y no es lógico. Ya para él no habrá salud ni república.
Saludos.

ΕΕΕΣΜΑ dijo...

sincères condoléances pour notre collègue, dont la gentillesse égalait la sagesse.

ps. je me suis permise de renvoyer à votre blog pour cet article si bien fait.

Anónimo dijo...

Esther Laguna

Fui alumna suya en la facultad hace ya varios años. Hoy cuando he recibido la noticia me ha llenado de pesar.
Era grande en la Historia de AlÁndalus y la epigrafía islámica.

Ustad Souto, yarhamuk Allah

Anónimo dijo...

Juan fue profesor mío en la Facultad. Su desaparición me llena de pesar. Echaré de menos su contagiosa simpatía y esa capacidad suya para hacernos comprender y amar lo que nos enseñaba.
Allá donde estés te habrán recibido con los brazos abiertos, Juan. Un abrazo y hasta siempre.

Anónimo dijo...

Permitidme que comente, como amigo suyo, que para mi tambien ha sido muy triste enterarme de la noticia. Lejos de la faceta profesional de Juan, su faceta socarrona y alegre le llevaba a tener otro grito de guerra mas provocador: "Salud y Libertad ...y control de natalidad". Me quedaban tantas risas que echar con él...

Jose Manuel Rodriguez Clavero

Juan B. Carpio dijo...

Es cierto, José Manuel. Creo que la alusión al control de natalidad la suprimió en los correos que me enviaba después de conocer a mis dos hijos. La recuerdo: buena frase, como tantas...

Recopilator dijo...

Andaba yo por la red buscando rastros de mis antiguos compañeros de la Facultad, cuando me he encontrado con la noticia del fallecimiento de Souto (así nos llamábamos, por el apellido). Coincidí con él en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza, cuando un minúsculo grupo de seis o siete estudiantes dábamos nuestros primeros pasos en la lengua árabe, en 4º, con Federico Corriente. Souto era un chico agradable y simpático con el que daba gusto charlar, tanto en el campus como tomando unas cervezas. Al acabar la carrera cada uno siguió por su lado. Alguna vez me lo encontré por Zaragoza y nos dábamos cuenta de nuestra respectiva situación. Seguía siendo agradable y simpático. Es de los pocos compañeros de Facultad que recuerdo con cara, nombre y apellidos. Hoy buscaba noticias suyas y me he encontrado con esto. Me apena mucho, de verdad, aunque hayan pasado tantos años.
Severiano Delgado

Anónimo dijo...

Años después, hablando con otra persona me he enterado de su muerte.
Lo tuve varios años a lo largo de la carrera y lo recuerdo con muchísimo cariño al lado de Martos. Me he quedado conmocionada, lamento mucho su pérdida como docente, profesional y como gran, gran persona