jueves, 22 de diciembre de 2011

Romanorum Vita

Fotos: web de la Obra Social La Caixa.
El fin de semana pasado estuvimos viendo la exposición Romanorum Vita, montada por la Fundación La Caixa en una carpa colocada en el Vial Norte de Córdoba, junto a la estación del AVE. La exposición estará abierta en Córdoba hasta el 17 de enero. Se trata de una muestra didáctica que, a través de recreaciones de una calle "comercial" y una vivienda noble (domus), nos introduce en la vida cotidiana de los antiguos romanos. Muy didáctica, bien montada y de sencilla comprensión: recomiendo sinceramente la visita.

Los niños disfrutaron, y yo también aunque muchas veces no mirábamos exactamente lo mismo. Por deformación profesional, en muchas exposiciones presto menos atención a los cuadros que a los clavos que los sujetan. Y también me ocurrió en este caso, lo que no significa que no disfrutara de la visita. Posiblemente de forma diferente, pero disfruté.

A una exposición didáctica de este tipo no podemos pedirle que nos aporte novedades en la investigación o datos excesivamente especializados. Pero sí que presente el tema de forma sencilla, amena, clara y solvente. Que no nos venda simple espectáculo sino que parta de una verdadera base científica. Si además de fiabilidad histórica, la exposición nos aporta algo de buen espectáculo, miel sobre hojuelas. Y esa es la impresión con la que salí de Romanorum Vita. La muestra se complementa además con una gran cantidad de información accesible a través de internet. Destaca especialmente una página web ordenada en forma de blog, que incluye la posibilidad de realizar visitas virtuales, descargar cuadernillos didácticos e incluso acceder on line al catálogo de la exposición.

Pero, como sigo mirando más los clavos que los cuadros, reconozco haberme detenido especialmente en el making off, en los detalles del diseño y montaje de la muestra, que se explican en varios videos integrados en la web de la Obra Social de La Caixa. Para mí, el resultado ha sido magnífico, con una utilización adecuada de los recursos tecnológicos, que no destacan sino que complementan y apoyan el contenido expositivo más convencional. Un logro del equipo de Ignasi Cristiá, diseñador cuyo trabajo yo conocí durante el montaje en el Museo Arqueológico de Córdoba de la exposición sobre el Tesoro de Torredonjimeno, y que participó en el montaje de uno de los centros cuya museografía más admiro: el Museo de la Cultura del Vino de Briones (La Rioja).

Una exposición, en definitiva, que merece la pena (aunque en algún caso haya que esperar cola).

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