miércoles, 13 de abril de 2011

Addenda

María López. Foto: Begoña Rivas para El Mundo

Si ayer nos sorprendían las declaraciones de Carmen Cervera sobre el culebrón montado en torno a la dirección del Museo Thyssen de Málaga, las declaraciones del alcalde De La Torre que recoge hoy el Diario Sur pueden resultar también clarificadoras. Ya que me he metido en el lío de comentar la polémica, me gustaría terminar con unas impresiones personales al hilo de las palabras del alcalde:

  1. La idea general de utilizar los nuevos museos para ampliar la oferta cultural y turística malagueña me parece perfecta, y así lo he manifestado públicamente en alguna ocasión.
  2. El alcalde alude ahora a motivos electoralistas como causa de la gran repercusión mediática de la crisis de dirección en el museo. Coincide curiosamente con la oposición municipal, que considera que la precipitada inauguración electoralista es el polvo del que han surgido estos lodos.
  3. El Ayuntamiento reitera su idea de que el conflicto ha sido exclusivamente técnico. Pero no me acaba de quedar claro por qué, si la intención de la baronesa fue siempre establecer una bicefalia entre dirección artística y gerencia, para nombrar gerente fue necesario modificar unos estatutos que habían sido aprobados poco tiempo atrás, y por qué el gerente tomó posesión a toda prisa el día anterior a la inauguración del museo.
  4. En contra de las palabras de Carmen Cervera recogidas por la prensa ayer, De La Torre reconoce que no hay firmado un contrato de cesión de las obras. Es decir: se ha abierto el museo sin recibir el préstamo de los fondos. Muy curioso, y quizá tenga algo que ver también con la improvisación y las prisas para abrir en el momento justo en que se ha abierto.
  5. De La Torre alude a los problemas legales que podría suponer la aplicación de las leyes andaluzas en cuanto a salida de obras de arte de Andalucía. ¡Ay! ¡Y a mí que me acusaban hace días de legalista! Con tiempo, seguramente la propietaria de la colección y la Junta de Andalucía podrían haber establecido un protocolo claro de actuación para que, sin incumplir la ley, los derechos existentes en cuanto a propiedad y movilidad de las obras hubieran sido reconocidos por la Administración. De nuevo las prisas, que nunca son buenas, han influido. Y la situación cada vez me parece menos "alegal" y más directamente "ilegal". Porque no se han olvidado de cumplir unos requisitos legales, como afirmaban hace un mes; es que no han querido hacerlo.

1 comentario:

Jerónimo Sánchez dijo...

Demoledor y clarificador el apéndice. Gracias por tan magnífico seguimiento de esta polémica, que afecta tan de lleno a nuestro museos, los andaluces, habituados a que no se le haga caso y al "todo vale" cuando conviene... Las más potentes instituciones culturales de la comunidad no pueden estar pendientes de este péndulo. Necesitan inversión y profesionalidad, no vaivenes políticos e intereses personales. Espero que se aprenda de estas cosas, sobre todo para no desprestigiar más a la profesión y a los técnicos, así como para que se ponga remedio a otras situaciones equiparables fomentadas desde ciertas instituciones.